El 8 de diciembre en la capilla de la comunidad el Arzobispo de la Arquidiócesis Pablo Lizama encabezó la liturgia solemne. Donde expresó, ”agradecemos profundamente al primer Obispo de Antofagasta que tuvo la iniciativa de invitar a las Hermanas a servir junto a nosotros, su presencia ha sido larga y fructífera. Estos 150 años demuestran que Dios, se manifiesta cuando estamos solos y es capaz de acompañarnos, eso es porque El es misericordioso”.

Por último indicó, que en esta sociedad cambiante “donde hay tanta pobreza espiritual, es necesario que estas vocaciones se multipliquen para que puedan continuar con su servicio”.

Reseña histórica

En enero de 1893, Monseñor Luis Silva Lezaeta, Vicario Apostólico de Antofagasta, hace un viaje a Oruro, Bolivia y tiene la ocasión de conocer a las Hijas de Santa Ana, que atendían el hospital de aquella ciudad. En esa ocasión concibió la idea de pedir a la Superiora General Sor Ana Rosa Gattorno, si pudiera tener las mismas hermanas para el Hospital de Antofagasta. La Madre General, aceptó el pedido y con fecha 13 de abril de 1893 se firmó en Antofagasta el contrato entre la Superiora, Sor Ana Jacoba Triechler y la honorable junta de beneficencia de Antofagasta, junto con ella viajan Sor Ana Victoria Moisse, y Sor Ana Onorable Vargas. El dia 20 de agosto del mismo año Sor Ana Basilia Marzucchi y Gustiniana Callegari son enviadas directamente de Italia Para conforman esta naciente comunidad en Chile.

Ese mismo año, en septiembre de 1893, Monseñor Lezaeta dictó el Decreto que autorizaba a la Congregación de las Hijas de Santa Ana, en el entonces llamado Vicariato Apostólico de Antofagasta.

Cuando llegaron las hermanas al hospital éste era un pobre recinto construido en tablas que albergaba a sólo 70 enfermos, debido a la gran pobreza existente. A pesar de toda dificultad las Hijas de Santa Ana, saben emplear su inteligencia y celo por el desempeño de su deber.

Monseñor Lezaeta, les entrega el Hospital a las religiosas el 30 de marzo de 1913. Por 81 años, ellas prodigaron con delicadeza y esmero en la atención de tantos hermanos necesitados ya sea física y espiritualmente, labor que se prolongó por 81 años.

En 1964 se instalan como comunidad en la Población Manuel Rodríguez, insertándose en nuevos apostolados y servicios. Que tal como lo explica la Superiora Provincial, Hna. Lorena Muñoz, “nuestro quehacer se encuentra en aquel lugar donde se producen nuevas necesidades, estamos para prestar ayudar donde se necesite, sobretodo con los más marginados y necesitados”.

Otra de sus labores es el acompañamiento al grupo de “Laicas de Santa Ana”, ex funcionarias del Hospital Regional de Antofagasta, que fieles al carisma y espiritualidad de las Hijas de Santa Ana, cuidan actualmente, con celo la Capilla actual del Hospital “El Salvador.

Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 14-12-2015