Desde las 10:00 horas, de este viernes 18 de septiembre, en la Iglesia Catedral de Antofagasta. Monseñor Pablo Lizama Riquelme presidió el tradicional Te Deum de Acción de Gracias para celebrar la Independencia Nacional.
El arzobispo destacó en su mensaje que es "Jesucristo quien nos congrega". Destacó que él fue profundamente marcado por la realidad cultural de su propio país "Jesús amaba a su patria". Por eso recalcó que tiene Jesús "autoridad para orar por la patria".
Asimismo agregó que los chilenos tienen el derecho de exigir a la iglesia una forma de ser ‘transparente’.
“A ser una ‘casa de vidrio’, sin influencias de poder, con posibilidad de equivocarse, de reemprender el camino de nuevo una y mil veces, pidiendo ayuda a sus hijos a fin de poder entender que hay una cultura nueva, no cambio, sino repito una nueva cultura de transparencia, de propuesta de un sentido de la vida”.
Por lo mismo, las lecturas hoy proclamadas nos invitan a cuidar nuestras relaciones, a "hacerlo todo con dulzura y respeto". Manifestó que es ese un déficit de nuestra sociedad hoy "nos hemos alejado de esto, tanto daño podemos hacer con una palabra mal usada, con difamar, con transmitir hechos sin tener la seguridad de lo que afirmamos”, reflexionó.
Misericordia
Monseñor Lizama remarcó que en la actualidad la invitación es a no juzgar, que Jesucristo el Maestro nos invita a la misericordia, "a ser misericordiosos".
Por lo tanto, expresó la autoridad eclesiástica, "debemos ser agradecidos. Cuidar a Chile en sus ciudadanos, en su profunda raíz de ser personas. Cuidar la familia con sueldos dignos, una vivienda digna es una urgencia.
Sus palabras finales fueron referidas a las instituciones. “Ellas deben ser reflejo de encuentro, velar por entregar el pan, tratar con respeto y alegría a todos y todas, Chile es un país de encuentro y no de enfrentamiento.... es el escuchar de modo inclusivo como familia más que sociedad. Las personas que forman las instituciones más significativas de la República deben contar con nuestro respeto y leal crítica en las situaciones más complejas”.
Este es el desafío de la Iglesia, -señaló- “ser una iglesia que sirve con ganas, que busca multiplicar los talentos que Dios nos dio”.
Signos
Como gran signo se instaló una mesa frente al altar, para testimoniar la inclusión a la que nos invita el mensaje de Jesucristo. La mesa fue llevada por un grupo de trabajadores, dos familias antofagastinas la cubrieron con mantel y flores, en tanto, jóvenes pusieron el pan y autoridades de la zona llevaron hasta ella el altar con la Sagrada Familia.
Finalizado el Te Deum se entonó el Himno Patrio y las autoridades regionales, comunales, junto al Arzobispo de Antofagasta se dirigieron hasta la explanada del Municipio para presenciar el desfile y Parada Militar.
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Texto completo de la homilía
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Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 18-09-2015