La versión eléctrónica de la revista de Antropología y Cultura HUMANITAS (
www.humanitas.cl), que dirige Jaime Antúnez Aldunate, una interesante reflexión titulada: "San Alberto Hurtado: sacerdocio en el verdadero amor", escrita por el Cardenal DarÍo CastrillÓn Hoyos, Prefecto de la Congregación para el Clero, especialmente para esta publicación chilena, que este año cumple 11 años, al servicio de la cultura y la fe.
El texto medita sobre la figura de San Alberto Hurtado, y desea recordar a todos los sacerdotes del mundo que su ministerio encuentra eficacia santificante en la fidelidad a Cristo, a Aquel que, hallado en la oración es adorado en la Eucaristía y contemplado en la Cruz. La búsqueda de la santidad personal es el camino único para la fecundidad misionera y evangelizadora por parte del ministro de Cristo, configurado ontológicamente según Cristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia.
Plantea el textp que el hombre de hoy, aunque no lo manifieste explícitamente, anhela encontrar, en el sacerdote común, a Cristo; tiene sed de ver en él a la persona que, "tomado de entre los hombres, en favor de los hombres e instituido para las cosas que miran a Dios" (Heb.1, 5), pueda decir con San Agustín: "Nuestra ciencia es Cristo y nuestra sabiduría también es Cristo. Es Él que infunde en nosotros la fe de cara a las realidades del ámbito temporal y es Él quien se revela en aquellas verdades que dicen relación a las realidades eternas". (San Agustín, De Trinitate 13, 19, 24).
Agrega la reflexión que la primera Encíclica del Santo Padre , Deus caritas est, constituye una autorizada y luminosa guía para que todo sacerdote sepa responder al don del amor de Dios que quiere que todos los hombres sean salvados, ofreciendo en Cristo la propia vida al servicio de la Iglesia, amada del modo total y exclusivo con que Cristo mismo, Cabeza y Esposo suyo, la ha amado.
El Cardenal Darío Castillón Hoyos
Es el Prefecto de la Congregación para el Clero y Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.
Nació el 4 de julio de 1929, en Medellín, Colombia. Fue ordenado sacerdote el 26 de octubre de 1952, en Roma. Fue elegido Obispo Titular de Villa del Re y nombrado Coadjutor, con derecho a sucesión, de Pereira, el 2 de junio de 1971. Consagrado, el 18 de julio de 1971, por Mons. Angelo Palmas, Arzobispo Titular de Vibiana, Nuncio en Colombia. Sucedió a la sede de Pereira, el 1 de julio de 1976. Fue Secretario General del Consejo Episcopal Latinoameicano (CELAM), de 1983 a 1987; Presidente, de 1987 a 1991. Fue promovido a la sede metropolitana de Bucaramanga, el 16 de diciembre de 1992. Pro-prefecto de la Congregación para el Clero, el 15 de junio de 1996, fecha en que renunció al gobieno pastoral de la arquidiócesis. Fue creado Cardenal diácono, el 21 de febrero de 1998. Nombrado Prefecto, el 23 de febrero de 1998. Presidente de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei" desde el 14 de abril de 2000.
En la Curia Romana es miembro de varias Congregaciones: Obispos, Evangelización de los Pueblos, Educación Católica; Culto Divino y Sacramentos; de los Pontificios Consejos para los Textos Legislativos y para las Comunicaciones Sociales; de la Pontificia Comisión para América Latina; de la Oficina para la Administración del Patrimonio de la Santa Sede; y del Consejo Especial para América del Secretariado General del Sínodo de los Obispos.
Fuente: Revista Humanitas www.humanitas.cl
Santiago, 07-03-2006