Fin de Semana Santo en la arquidiócesis de Antofagasta

Arzobispo llamó a prolongar la Fiesta de Resurrección del Señor, llevando paz a los que la necesitan.

Fin de Semana Santo en la arquidiócesis de Antofagasta

Monseñor Pablo Lizama, encabezó las principales eucaristías con que la comunidad católica revivió la Pasión, Muerte y Resurrección, del Hijo de Dios.

Martes 07 de Abril de 2015
Este domingo 5 de abril, se celebró la Pascua de Resurrección de Jesús, para el mundo católico, el ‘paso’ de la muerte a la nueva vida, es la Buena Nueva de la Resurrección de Cristo, que impulsa la vida de los fieles cristianos.

A las 11,00 horas, en la Iglesia Catedral, en el marco de la misa solemne, monseñor Lizama entregó su mensaje a los cientos de feligreses, - que llenaron el principal Templo católico de la ciudad - el arzobispo invitó a vivir esta semana posterior a la Fiesta de Pascua como una fiesta profunda, con varios matices. “Que se empapen de esta alegría del Cristo resucitado, el que lleva nuestras llagas, nuestras heridas, pero transformado, resucitado, que la Pascual se prolongue durante la semana para que todos estos regalos que trae este Cristo, como la paz, se haga realidad para tantas personas que necesitan de esta bendición y que sean reconfortados”.

Vigilia de Pascua de Resurrección

En su prédica de Vigilia Pascual, - noche del sábado - el arzobispo tuvo palabras de pesar pero a la vez de profunda esperanza y alegría en la víspera de la Pascua de Jesucristo, él manifestó que hay tantas cosas que causan pena en esta ciudad: “Las casas a medio construir con elementos que no resisten las lluvias, otras viviendas demasiado alambradas para prevenir robos, matrimonios que se desarman fácilmente, hijos que no hablan a sus madres, sin embargo, nuestra fe de cristianos le da un nuevo sentido a nuestras vidas, abre nuestros corazones, y llena de sentido la vida cotidiana, porque creemos en Cristo y su Evangelio”.

Así, añadió: “tenemos tantos motivos para estar alegres, porque nuestra fe la da sentido a la vida, Jesús nos dejó a su madre, para que nos protegiera, con esta luz podemos cambiar la maldad y llevar en nuestros corazones la alegría del Cristo Resucitado que venció a la muerte”, enfatizó Monseñor.
A la salida de la Eucaristía, el arzobispo saludó a cada uno de los fieles que acudieron esa noche, a esperar la Resurrección del Señor.

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Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 07-04-2015