Fundación TABOR de Antofagasta, participó como entidad ejecutora del programa, al adjudicarse la implementación del proyecto albergue de invierno “Una noche digna”, del Ministerio de Desarrollo Social, Región Antofagasta, el que aportó cerca de 19 millones de pesos, para atender a más de 250 personas en situación de calle.
En el momento de la entrega de reconocimientos a los que participaron de esta iniciativa de ayuda al prójimo, compartieron fraternalmente voluntarios, coordinadores y usuarios, los que desde el 2 de julio fueron acogidos con alojamiento nocturno, alimentación, y sobretodo cariño y oídos atentos para escuchar y orientar sus problemas.
La sicóloga, y coordinadora de del programa Gricel Piñones contó que la idea principal era entregar una cena diaria completa, más once y desayuno, además del albergue. En total, en estos dos meses atendieron a más de 250 personas, en su mayoría hombres, para que cada día se alojaran como máximo 40 personas, en la Casa de Acogida de calle Maullín 5421.
“Todos sabían al ingresar que esto tenía fecha de término, por eso se motivaron mucho y ayudamos a algunos a que se insertaran en el mundo laboral y hoy varios ya no viven en la calle y arriendan su propia pieza, otros se han devuelto a sus ciudades de origen para buscar a sus familias. Los que siguen en el programa son aquellos que no consiguieron trabajo y no han cesado en su adicción”, aseguró.
Ante la gran demanda de usuarios se integraron al programa 60 voluntarios internos, -que son personas en proceso de rehabilitación- y otros externos como estudiantes universitarios y otros profesionales. Encargados de cocinar, servir alimentos, limpiar, mantener el orden y “conversar con los chiquillos, todos debían sentir que esto era un hogar y como hogar debían cuidarlo, y lo bueno fue que la conducta de los voluntarios fue replicada en los usuarios, los que se motivaron por su cuenta y consiguieron sus propios logros”.
Magda Vergara trabajadora de la Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social, destacó la labor de TABOR, señalando que esta es la segunda experiencia del programa “Una noche digna” en la Zona Norte, y que en esta ocasión la fundación fue evaluada positivamente “por la calidad del servicio entregado a los usuarios por parte de los funcionarios de TABOR, quien en todo momento cumplieron a cabalidad y en forma responsable los distintos procesos administrativos”.
Voluntarios
María Rodríguez, lleva más de tres años en terapia de rehabilitación por alcoholismo, la que incluye entre otras actividades, el prestar servicio a otros usuarios que no han dejado de consumir, “los ayudamos, les servimos comida, conversamos y escuchamos sus historias, porque así nos enseñan en el TABOR, a entregar amor”, indicó.
Pablo San Martín, trabajó apoyando este programa para devolver la mano de lo que hicieron con él, “estoy en la fase de reinserción, por eso trato de aportar con mi tiempo y esta fue una muy buena experiencia, espero que se haga pronto otra y no tan corta”.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 01-09-2014