Al mediodía del sábado 9, el Arzobispo de Antofagasta, renovó las promesas diaconales de los diáconos permanentes de la Arquidiócesis, los que en capillas y parroquias de la ciudad ejercen diferentes instancias pastorales como bautizar o dar la comunión.
Con el Templo Iglesia Catedral, como escenario, la celebración comenzó a las 13:00 horas, a la que asistieron familiares y sacerdotes párrocos. Monseñor Pablo Lizama fue enfático en su homilía al decir que tal como San Lorenzo, patrono de los diáconos, quien dio todas las pruebas de sencillez y vivió un doloroso el martirio, “asimismo nuestros diáconos dieron el sí al llamado del Señor, aceptando ser servidores de la Iglesia”.
“Por eso estamos en esta misa para recordar lo que les hace falta aún, crecer como hombres espirituales, son todos gente ocupada en sus trabajos, como padres de familia, pero a la vez traspasados por Dios, por eso se deben organizar para tener el tiempo necesario de acompañar al sacerdote en las misas semanales, junto con esto asistir a todos los retiros y a las jornadas de formación, ya que sólo así servirán mejor, y no se filtrará la tentación a sus corazones”, les recordó.
En el momento de las ofrendas Monseñor Lizama, bendijo las estolas diaconales.
Reconocimiento
Después de la misa, en dependencias de la Parroquia San José Catedral, los diáconos permanentes acompañados por su Arzobispo, disfrutaron de un almuerzo de camaradería. Oportunidad en la que además se les entregó un galvano recordatorio a modo de reconocimiento por cantidad de años sirviendo con dedicación a Cristo y a la Iglesia. Los diáconos galardonados fueron; Alfonso Espinoza Guerrero, con 42 años de diaconado en María Elena; Raúl Flores Aguilar, 23 años de servicio pastoral en la ciudad de Taltal; Juan Guerra Gómez, con 31 años de diaconado permanente, y Dante Kong Arancibia, 39 años ejerciendo labor diaconal.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 11-08-2014