Como “un gran acontecimiento para la Iglesia de Aysén” calificó Monseñor Luis Infanti de la Mora, Obispo de Aysén, la próxima ordenación de diáconos permanentes, que se realizará este domingo 18 de diciembre a las 19 horas en la Catedral de Coyhaique.
En la oportunidad, Pascual Acuña González y Juvenal San Martín Mansilla de la Comunidad Cristiana San José de Coyhaique; y Nelson Aravena García de la Comunidad Cristiana El Carmen de Puerto Aysén, serán consagrados por el Obispo Vicario como diáconos permanentes del Vicariato Apostólico de Aysén.
El diaconado permanente es un ministerio de la Iglesia Católica, destinado para hombres casados y comprometidos en la labor pastoral de sus comunidades, que se han preparado por un período mínimo de tres años a fin de poder servir fielmente en las labores propias de una comunidad cristiana, tales como administrar solemnemente el bautismo, conservar y distribuir la Eucaristía, portar el viático a los moribundos, asistir y bendecir el matrimonio, leer la Sagrada Escritura a los fieles, entre muchas otras.
Al respecto, Monseñor Luis Infanti de la Mora señaló que “el diácono, junto con el sacerdote y el obispo, forman parte de la jerarquía de la Iglesia; entonces es un compromiso estable, para toda la vida. Es un llamado de Dios que siempre se transforma en servir a los demás, en distintas actividades como catequesis, liturgia y acción social”, puntualizó el Obispo de Aysén.
Además el prelado, destacó que para la Iglesia de Aysén es motivo de gran alegría contar con estos tres hombres que serán consagrados a Dios a través del ministerio del diaconado permanente; ya que “es un signo de crecimiento”; sobre todo considerando que este año se celebraron los 50 años de la creación del Vicariato Apostólico de Aysén.
En este mismo sentido, Monseñor Infanti invitó especialmente a los fieles de las comunidades cristianas de las parroquias de Coyhaique y Puerto Aysén a que asistan este domingo 18 de diciembre a las 19 horas a la Eucaristía de Ordenación de Diáconos Permanentes, para que acompañen y celebren este importante momento eclesial de la Iglesia de Aysén.
Cabe recordar que esta es la segunda ordenación de diáconos permanentes en el Vicariato Apostólico de Aysén. La anterior se realizó el 19 octubre del año 1997, cuando aún era obispo Monseñor Aldo Lazzarín, y en esa oportunidad fueron consagrados diáconos Héctor Calisto y Ramón Muñoz.
Sobre los futuros diáconos
Nelson Aravena nació en Linares en el año 1942. Es casado hace 38 años con Gabriela Navarrete y tienen 4 hijos: Margorie (36), Francis (35), Nelson (20) y Valeska (16). De oficio mecánico automotriz, llegó a la región como jefe de mantención de la constructora “Fe grande” en el año 1985.
Desde su llegada a la región de Aysén ha participado en la comunidad cristiana El Carmen de Puerto Aysén. Manifiesta que su proceso de conversión se ha caracterizado por ser pausado, cuestión que él reconoce y manifiesta no preocuparle; ya que afirma lo esencial no es ir rápido sino que avanzar en este caminar.
Refiriéndose a su vocación al diaconado, Nelson Aravena señala que tiene “que dar gracias a Dios porque despertó en mí este servicio, esta manera de servir. Para mí es un compromiso muy serio y en muchas oportunidades tuve ganas de tirar la esponja; pero siempre Dios me decía que estaba haciendo lo correcto”, sentencia.
A su vez, Pascual del Carmen Acuña González es oriundo de la ciudad de Valdivia. Casado con Nancy Aguilar tienen 3 hijos: Susana (30), Victor Manuel (26) y Juan Antonio (11). Además de una hija de crianza, Luz Eliana de 20 años.
Llegó a la región de Aysén hace 32 años como operador eléctrico de Edelaysen, empresa en la que todavía se desempeña en la Central Tehuelche.
En la actualidad, participa en la Comunidad San José de Coyhaique; pero también se desempeñó como dirigente en la comunidad cristiana de Puerto Cisnes, donde trabajó en sintonía del P. Antonio Ronchi, de quién reconoce su vocación de misionero y la confianza que éste depositaba en los miembros de la comunidad, la que marchaba con o sin su presencia; y en este sentido Pascual Acuña recalca que “eso forma y eso marca”.
Respecto a lo que significa para él ser diácono asevera que “Para mí es una responsabilidad, sé lo que viene. Esto es como una barca en el mar, hay tiempo de bonanza y tiempo malo, con altos y bajos. Solamente digo ‘Aquí estoy, Señor’ y ‘Hágase en mí tu Voluntad’, y si tropiezo, tener la suficiente fe para saberme levantar y seguir este caminar”, finaliza.
Finalmente, Francisco Juvenal San Martín Mancilla nació en Coyhaique en el año 1947. Hace 37 años se casó con Margarita Reyes, con quién tiene 2 hijos: Juvenal y Fabiola.
En la actualidad, se desempeña como auxiliar del Colegio Francisco Xavier Butiñá.
Desde los inicios de su participación en la Iglesia de Aysén ha estado ligado a la Comunidad Cristiana San José, donde fue presidente durante 11 años.
Sobre la misión que le compete a los diáconos, Juvenal San Martín estima que “la principal misión es de servicio hacia la Iglesia” y que el rol del diácono es muy importante dentro de la comunidad, ya que “es el encargado de llevar lo del pueblo al Altar. Está inserto en la sociedad, en el pueblo y toda esa inquietud la lleva hacia el Altar”, puntualiza.
Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 16-12-2005