1. Respetamos el fallo del Tribunal de Rancagua, que condena al Padre Jorge Galaz. Aceptamos, con gran dolor pero también con serenidad, la realidad que nos toca vivir como Congregación.
2. Desde el punto de vista jurídico, la Obra Don Orione no tiene comentarios respecto de la sentencia dictada por el tribunal: no nos corresponde juzgar las determinaciones de la justicia. Cualquier valoración en este plano corresponde a los abogados que, en todo caso, podrán aconsejar los eventuales pasos sucesivos.
3. Lamentablemente no es el fallo que esperábamos. Estamos muy sorprendidos y dolidos por este episodio que nos ha golpeado duramente. Es un hecho inédito para nosotros. En los más de 60 años que nuestra Congregación ha dedicado en Chile al servicio de los más débiles, nunca había sucedido algo similar.
4. Nuestro compromiso con los niños, ancianos y enfermos no variará. El Cottolengo tiene una historia y una misión que va más allá de este hecho doloroso. Tenemos una larga trayectoria al servicio de los más desvalidos y seguiremos trabajando por cuantos necesitan nuestra ayuda, como lo hemos hecho siempre en Chile y en más de 30 países donde está presente la Obra.
5. Seguiremos acompañando al P. Jorge como hermano, ahora más que nunca en esta situación tan difícil. Seguiremos rezando como lo hemos hecho desde que empezó este caso. Rezaremos por los niños, por el P. Jorge, por todas las personas que han sufrido mucho en este proceso, y por toda la Iglesia.
6. La Obra Don Orione enviará también estos últimos antecedentes a la Santa Sede, para que sean sumados a los que oportunamente hemos entregado y los incluya en el análisis de este caso, conforme a los procedimientos regulares del ordenamiento jurídico canónico vigente en la Iglesia.
R.P. Roberto Simionato B.
Superior Viceprovincial
Pequeña Obra de la Divina Providencia
Obra don Orione
Rancagua, 25 de julio de 2006