Santiago, 25 de mayo 2006
Desde las primeras semanas de mayo, hemos sido testigos de varias movilizaciones de alumnos de enseñanza secundaria, los que por medio de marchas, paralizaciones y tomas de locales escolares han reiterado una serie de peticiones. Algunas de estas dicen relación directa con la realidad inmediata de los estudiantes como la gratuidad de la PSU, el pase escolar extendido gratuito, y una mayor participación. Más, con el correr del tiempo se han añadido otras peticiones de carácter más político o sistémico, como por ejemplo, la derogación de la LOCE, la revisión de la JECD, el rechazo de la calidad de la educación pública. Frente a esta situación, FIDE declara lo siguiente:
1.- La actuación del Ministerio de Educación ha sido inadecuada, y no ha contribuido a clarificar los distintos tipos de demandas de los estudiantes. La máxima autoridad debe acotar el problema a los establecimientos educacionales en toma y a los sostenedores involucrados. Tiene los medios legales y administrativos necesarios para ello, y debe emplearlos. La solución de los problemas por los que reclaman los estudiantes es una responsabilidad concreta de la autoridad pública, y especialmente de las entidades municipales que administran los establecimientos con paralización de actividades o toma de local. Hay una crisis de gestión en la educación municipal.
2.- Es necesario dialogar con los estudiantes; pero sin mezclar temas distintos, y en el ámbito que a cada actor social corresponde. Hay que intentar precisar cuales son los temas que verdaderamente surgen de los estudiantes, y cuales son puestos por terceros ajenos a ellos y con otros intereses. Varias de las dificultades planteadas por los alumnos contra la aplicación de la Jornada Escolar Completa Diurna pudieron haberse evitado, si en su momento, se hubieran aceptado muchas recomendaciones y críticas que oportunamente se hicieron. Las dificultades planteadas por los alumnos de los liceos en toma deberían haberse puesto en la agenda de trabajo del Consejo Escolar de cada plantel. Parece que eso no ocurrió, ¿será porque el Consejo Escolar impuesto centralizadamente no sirve como estructura participativa?
3.- Se debe respetar el derecho de los estudiantes a expresarse y a protestar; pero se les debe indicar claramente que deben ejercer estos derechos a través de medios adecuados. Las paralizaciones o inasistencias reiteradas a clases y las tomas de colegios son medios inadecuados, y causan perjuicios a los liceos y a los mismos estudiantes. Las autoridades públicas y las de cada colegio deben generar las instancias para escuchar, acoger e intentar resolver las inquietudes de los estudiantes.
4.- Cualquier cambio de normas legales del sector como la LOCE, la Ley de Subvenciones o el Estatuto Docente, pasa por definiciones que deben ser producto de grandes acuerdos, los que deben alcanzarse a partir de propuestas que no se han hecho.
5.- En cuanto a las peticiones de contenido económico, FIDE cree que la asignación de los recursos públicos debe efectuarse únicamente respecto de aquellos alumnos que realmente lo necesiten, sin importar el establecimiento educacional en el cual se encuentran.
6.- Los temas planteados por los alumnos, deben tener una repercusión dentro de cada unidad educativa. La reforma educacional, si bien ha alcanzado grandes niveles de cobertura, aún no ha logrado despegar desde la óptica de la calidad. Dentro de este tema, creemos que ha faltado un debate con todos los actores que refleje la diversidad de las realidades educativas que se dan en el país.
7.- Todos los temas planteados por los estudiantes son válidos; pero no todos deben tratarse en las mismas instancias, y en no todos es posible ni conveniente encontrar soluciones uniformes o de carácter general. Deseamos que a la mayor brevedad regrese la normalidad al sector.
Jesús Triguero Juanés
Presidente Nacional de FIDE
