El Consejo Superior de la Fundación Instituto Indígena de los Obispados de Temuco y Villarrica, cuya misión ha sido desde 1962 acompañar al pueblo mapuche en la búsqueda del reconocimiento de sus derechos, en su reunión ordinaria del 11 de mayo de 2006 y en acuerdo de los consejeros presentes, ha determinado expresar, en relación a la huelga de hambre sostenida ya durante 60 días por cuatro presos mapuche condenados por delito terrorista, lo siguiente:
a) Con el retorno a la democracia, todos los chilenos y chilenas nos esperanzamos en que llegarían los tiempos del reencuentro social y la reconciliación entre hermanos. Si bien hemos vivido avances importantísimos en este proceso, este reencuentro no se ha producido del mismo modo con los pueblos indígenas.
b) Coincidimos con los Obispos del Sur cuando señalan, en su Carta Pastoral “Por la Dignificación del Pueblo Mapuche” de Septiembre de 2001.”Que los conflictos actuales que protagoniza el pueblo mapuche, pehuenche y huilliche que preocupan a la comunidad nacional, difícilmente tendrán una solución adecuada si no se asume como país los antecedentes históricos que los han originado. En efecto, el reconocimiento de los daños producidos por la ocupación del territorio ancestral del pueblo mapuche, por las políticas de división y fomento a la enajenación de sus tierras y de asimilación cultural impulsados por el Estado, son el punto de partida para todo diálogo posible. Si el pueblo mapuche en la actualidad se encuentra reducido a condiciones de pobreza y marginación, se debe particularmente a la pérdida de la mayor parte de su territorio y a la denigración de su cultura”.
c) Si bien, reconocemos avances en una serie de materias que los benefician y que muestran cierta voluntad política de los Gobiernos de la Concertación, creemos que aún falta un compromiso de todos los estamentos de la sociedad chilena y una política pública participativa, coherente y articulada que con pertinencia responda a la situación de los pueblos indígenas.
d) Respecto de todas las personas mapuche condenadas por delitos terroristas, nos sumamos al rechazo público de la aplicación de leyes especiales. (Ley Antiterrorista y Ley de Seguridad Interior del Estado).
e) Respecto del caso puntual de los huelguistas, como institución católica, no compartimos las medidas de presión que ponen en riesgo sus vidas, entendiendo que el sustrato de esta situación, es consecuencia de los conflictos generados por la reducción territorial y la exclusión social histórica.
f) Finalmente queremos recordar que la vida es un bien supremo y es deber de toda la Sociedad disponer de todo cuanto sea necesario para su resguardo. Por lo tanto, urgimos vehementemente a las partes en conflicto a flexibilizar sus posiciones para encontrar soluciones a este caso puntual y que se extiendan a todos los casos similares, dando una señal seria al país que permita refundar el diálogo constructivo.
Consejo Superior
Fundación Instituto Indígena de los
Obispados de Temuco y Villarrica
Temuco, 11 de mayo de 2006