Ante una serie de reacciones debido al ingreso por Arica de un presunto disidente de la Guerrilla FARC colombiana actualmente en Antofagasta, y que se habría relacionado con la Pastoral Migratoria de ésta Diócesis, el Obispado de nuestra ciudad se hace un deber informar cuanto sigue:
1. Desde hace algún tiempo, debido a la situación económica promisoria que presenta Chile en A.Latina, ha comenzado a ser objeto de una gradual y sistemática meta de numerosos inmigrantes venidos especialmente de Bolivia, Ecuador y Perú, cuyo ingreso lo hacen principalmente a través del paso Chacalluta. En la actualidad nuestro País cuenta con unos 150.000 inmigrantes, mientras que unos 800.000 chilenos se encuentran fuera en similar condición.
2. La Diócesis, inspirada en la Sagrada Familia de Nazaret que fue inmigrante en Egipto, y por razones profundamente evangélicas y humanitarias, viene haciendo un gran esfuerzo por brindar un apoyo solidario a cuántos de éstos acuden hasta sus puertas en búsqueda de alguna respuesta en momentos de mucho dolor, soledad y abandono. De esta manera, se ha inaugurado una Casa de la Mujer Migrante, un Comedor Solidario y un Centro de Acogida en donde se hace un gran esfuerzo por tratar de brindarles información básica de tipo jurídico, de salud y social, alimentación y alojamiento. Todo ello, mientras logran resolver su situación en modo definitivo.
3. En los últimos meses, un nuevo fenómeno se ha venido presentando en nuestra zona, como es la llegada de personas y familias que afirman venir huyendo tanto de las persecuciones políticas, como de la violencia de la guerrilla. Es fundamentalmente el caso de colombianos. Frente a ello, la Diócesis, en conjunto con la Gobernación y la Policía de Investigaciones, han creado una red de apoyo con el fin de brindarles una primera acogida, sin discriminación alguna, mientras estas personas esperan que la autoridad competente resuelva legalmente su estatus o no de refugiados. La ayuda consiste en buscar educación para sus hijos, un lugar en donde vivir y en lo posible una fuente laboral.
4. La Iglesia ariqueña expresa su profunda gratitud a muchos voluntarios que colaboran en este servicio, como asimismo a los sacerdotes scalabrinianos llegados específicamente para esta tarea, y que se financia con aportes propios, la solidaridad y la colaboración del Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI).
Departamento diocesano de Movilidad Humana
Obispado de Arica
Arica, 4 de abril de 2006.-