En el Día Internacional de la Mujer, como Iglesia enviamos un alegre saludo a todas las mujeres de nuestro país y de nuestra Diócesis.
Queremos destacar el rol de tantas madres trabajadoras en su casa, jefas de hogar, temporeras y campesinas. Tantas mujeres que no engendraron vida en su vientre, pero les correspondió ser verdaderas madres. Aquellas mujeres que se esfuerzan por sus hijos y esposo. Y sobre todo aquellas mujeres que se han consagrado al Señor.
Cómo no recordar a las mujeres que han sido importantes en nuestra vida, a nuestra Madre, tías y hermanas; profesoras y educadoras; por aquellas mujeres que nos trasmitieron la Fe y nuestras catequistas.
A todas ellas queremos encomendarlas en este día, en las manos maternales de María Santísima, como modelo de mujer, de esposa y de madre.
La Iglesia compromete una especial plegaria por todas las mujeres, sobre todo por aquellas que están pasando por momentos de dolor en su alma o su cuerpo, para que el Señor sepa recompensarlas y les siga regalando el hermoso don de la vida, la salud y el amor; y sigan aportando la riqueza de su ser y de su acción indispensable.
Les saluda y bendice,
† Enrique Troncoso Troncoso
Obispo de Melipilla
Melipilla, 8 de Marzo de 2006