En relación a la denuncia que en la mañana de hoy ha formulado el Servicio Nacional de Menores (SENAME), ante la Fiscalía local, contra José Miguel Narváez , diácono de esta diócesis, en tránsito al sacerdocio, el obispado de Ancud declara:
1.- Las acciones que se han denunciado son gravísimas; para la Iglesia constituyen un pecado muy grave y declaramos con energía que en el sacerdocio no hay lugar para quienes las cometen. Por esta razón la primera medida que se ha tomado es suspender del ministerio diaconal a quien se acusa como responsable.
2.- Confiamos en la acción de la justicia y ofrecemos nuestra más amplia colaboración para el esclarecimiento de los hechos y el imperio de la verdad. Al mismo tiempo solicitamos no adelantar juicios ni conclusiones sobre el caso.
3.- Frente a los dolorosos hechos que se han denunciado, expresamos una palabra de cercanía hacia todos los que se ven involucrados, especialmente a la víctima y a sus familiares. Oramos por ellos y también por la persona acusada, para que Dios les regale la paz que necesitan para contribuir a la justicia y esclarecer la verdad.
4.- En este Mes de María, invocamos la intercesión de Nuestra Madre por estas familias que sufren. Que Ella nos ayude a formar una sociedad inspirada en valores tan sagrados como el respeto y protección de los menores.
Ancud, 12 de noviembre 2005.