Queridos hermanos:
Ustedes recuerdan que Nicaragua viene saliendo de una sangrienta guerra civil, que dejó destruida gran parte del país, y que actualmente se encuentra abocada a un proceso de reconstrucción, lleno de dificultades y complejidades.
Los obispos de Nicaragua han pedido a la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) que les ayude en el desarrollo de un Plan Pastoral de Conjunto, cuyos principales aspectos son la difusión del Nuevo Testamento, la formación de catequistas, la difusión del documento de Puebla, transmisiones radiales litúrgicas y la reapertura del Seminario para la formación de los sacerdotes del futuro.
El CELAM, animado por el espíritu de la Conferencia Episcopal de Puebla, ha acordado invitar a todos los obispos del continente a que -cada uno de ellos junto a su Iglesia local- celebren una "Jornada de Solidaridad con la Iglesia y el pueblo de Nicaragua".
La Conferencia Episcopal de Chile ha adherido con entusiasmo a esta invitación.
Los cristianos formamos la gran familia de Dios, nuestro Padre común. Como hijos del mismo Padre que nos ama, formamos en la Iglesia un conjunto de hermanos. Hoy, un grupo de ellos nos pide ayuda. Recibimos la solicitud de estos hermanos nuestros con mucho cariño. Sabemos de su gran necesidad. También sabemos de nuestra propia limitación. Por lo mismo, nuestro esfuerzo de ayuda fraternal será más grande.
Quisiéramos expresar a estos hermanos nuestros que los sentimos como tales, que el sufrimiento que ellos han vivido y la necesidad que ellos tienen son acogidos por nosotros.
En este espíritu fraternal, hemos convocado a esta Jornada de Solidaridad con la Iglesia de Nicaragua.
Pedimos a todos los cristianos que, durante los próximos días 15, 16 y 17 de agosto, realicen algunas actividades comunitarias de oración por la Iglesia de Nicaragua. A cada uno de ustedes les pedimos también la oración personal. Creemos que la oración es, de verdad, una gran fuerza que tenemos los cristianos para obtener del Señor su ayuda. Quisiéramos que durante esos tres días, la Iglesia chilena estuviera profundamente unida, en la oración, con la Iglesia de Nicaragua.
Y también necesitamos expresar en un gesto concreto, externo, visible, nuestra adhesión fraternal. La Iglesia de Nicaragua necesita ayuda material. Por eso, invitamos a realizar una ayuda con dinero para nuestros hermanos nicaragüenses. El domingo 17 de agosto, en todas las iglesias de Chile, se llevará a cabo una colecta cuyo monto será enviado al Episcopado de Nicaragua como expresión concreta de nuestro sentimiento fraternal.
Hemos repartido un folleto que permitirá animar una reunión de oración para reflexionar sobre la fraternidad en la Iglesia y para orar por nuestros hermanos de Nicaragua.
Además, les invitamos a buscar otras formas concretas de expresión de esta fraternidad.
Les saluda fraternalmente,
† Bernardino Piñera C.
Obispo Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, agosto 1 de 1980
