Con 16 nuevos diáconos permanentes cuenta la Arquidiócesis de Santiago

Con 16 nuevos diáconos permanentes cuenta la Arquidiócesis de Santiago

Durante las últimas semanas han sido ordenados 16 diáconos permanentes, los que servirán en parroquias y capillas de las distintas zonas de Santiago.

Miércoles 12 de Octubre de 2005
Después de cinco años de formación en la Escuela del Diaconado, en las últimas semanas han recibido su ordenación 16 nuevos diáconos permanentes, ministros casados que ayudan al Obispo en el trabajo pastoral y de evangelización de la Iglesia.

Los diáconos recién ordenados son: Luis Alvarado, José Figueroa y Rodolfo Zapata de la Vicaría Oriente, quienes junto a Manuel Valenzuela de la Vicaría de los Trabajadores recibieron el orden del diaconado en la Iglesia del Espíritu Santo (santuario de Schoenstatt de La Florida) el 24 de septiembre, de manos de Monseñor Ricardo Ezzati, Obispo Auxiliar de Santiago. De la Zona Cordillera se ordenaron Mario Valery Rojas y Patricio Saavedra en la parroquia Santa Gemita. Luego vino el turno de la Zona Oeste, que presentó a Juan Carlos Hinojosa, Luis Araya, Adrián Marín, Juan Guillermo Silva, Luis Vivar y Héctor Baeza para que recibieran el orden diaconal el 1 de octubre en el Santuario Nacional de Maipú, bajo la mirada de la Virgen del Carmen. En la Zona Norte son cuatro los nuevos diáconos, Carlos Lucich, Sergio Bórquez, Gerardo Galdames y Antonio Flefil que se ordenaron en la Iglesia de la Recoleta Dominica el 8 de octubre, en una ceremonia que presidió Monseñor Cristián Contreras Villarroel, Obispo Auxiliar de Santiago.

A ellos se sumarán Pedro Moraga, de la Zona Sur, quien será ordenado por Monseñor Ezzati en la unidad pastoral San Pedro Pescador (6 de noviembre a las 19:30 horas); Raúl Flores, quien recibirá el orden de manos de Monseñor Cristián Contreras Villarroel en la parroquia San Pedro y San Pablo (6 de noviembre a las 8:30 horas) y José Orlando Morales que será ordenado por Monseñor Andrés Arteaga el 20 de noviembre en la parroquia San Cayetano.
En fecha próxima también recibirán su ordenación diaconal Roberto Serrano y Oscar Vildósola, de la Zona Centro.

¿Qué significa ser diácono?

La palabra diácono significa servidor. Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia. Pueden presidir la Liturgia de la Palabra y los sacramentos del Bautismo y del Matrimonio. Este ministerio si bien tiene su origen en los primeros siglos de la Iglesia, fue restablecido en el Concilio Vaticano II (1962-1965), como un grado estable de la jerarquía eclesiástica.

Mostrar la presencia de Cristo

Luis Araya, casado con Sara de Lourdes Araya, cuatro hijos, es trabajador en la empresa American Screw y participa activamente en la comunidad cristiana de trabajadores de la fábrica.

Poco a poco, hace ya varios años, sintió la vocación de servir más de cerca al Señor, desde su perspectiva de padre de familia y trabajador. Luego de un tiempo de discernimiento ingresó a la Escuela del Diaconado y luego de más de cinco años de estudio y preparación intelectual y espiritual, en el que su señora y sus hijos participaron activamente, recibió este 1 de octubre el sagrado orden del diaconado de manos de Mons. Ezzati en el Santuario Nacional de Maipú. Para él y su familia este tiempo ha sido como “una lluvia de bendiciones y de Gracia”. Comenta, “se hizo corto el camino por su riqueza”. Señala que su familia y comunidad cristiana están expectantes y muy agradecidas de la vocación que han visto en él.

Para Luis ahora y siempre es el tiempo de “ponerse al servicio de los otros, mostrando la presencia de Jesucristo entre los hombres”. En estas pocas semanas de ministerio ya le ha tocado bautizar, acompañar exequias y dar consuelo a la familia de un accidentado. Luis indica que “ha sido maravilloso llegar donde, a veces, el sacerdote no puede estar. Sobre todo en los sacramentos y en la caridad”.

Un regalo inmerecido

Para Mario Valery Rojas, casado con Sara Aravena, tres hijos, su reciente ordenación diaconal “es un regalo inmerecido”. Para él el servicio en el diaconado se liga al servicio en “las pequeñas grandes cosas de la parroquia, en la atención de clientes y en las reuniones de padres, por ejemplo”.

Su trabajo como vendedor de artículos de ferretería no le quita tiempo para el acompañamiento a los peregrinos que llegan al Santuario de Santa Gema, en la Zona Cordillera, cada día 14 del mes. En esa ocasión y ya revestido como diácono entrega la bendición a los niños y escucha a quien necesite orientación o consuelo. Su familia también está ligada profundamente a esta parroquia, ya que con su señora colaboran en la evangelización de los peregrinos y su hija mayor es monitora de Confirmación. Además ayuda a la Congregación pasionista ubicada en Rancagua y específicamente, a la comunidad de Los Lirios. Desde que ya es diácono, donde antes había sólo una misa al año, ahora hay una vez al mes una liturgia de la Palabra.

Tanto Luis como Mario son ejemplos de personas con una vocación especial de servicio, que junto a sus familias, llevan la Buena Noticia de Jesucristo a todos los ambientes, en colaboración con presbíteros y el Obispo.

Más información en www.diacono.cl

Fuente: DOP
Santiago, 12-10-2005