Padre Hurtado, Octubre de 2004.
Durante los días 8 al 11 de octubre, jóvenes y asesores representantes de las diócesis y movimientos católicos de Chile, nos hemos reunido en la comuna de Padre Hurtado, en el marco de la I Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil, bajo el lema “Discípulos de Jesús para un Chile nuevo”. En esta instancia, compartimos y reflexionamos en torno al caminar de nuestra Iglesia y la acción pastoral que realizamos, de cara a la proximidad de la celebración del Bicentenario de nuestro país.
Ante los últimos hechos de violencia en que los jóvenes se han visto involucrados, queremos manifestar que estas conductas son un reflejo de nuestra sociedad actual, donde le cabe una responsabilidad importante a la comunidad adulta, y en especial a los medios de comunicación social, a quienes agradeceriamos dar a conocer con honestidad la diversidad de nuestra realidad juvenil, y queremos destacar que ésta es mucho más amplia y esperanzadora que lo hasta ahora mostrado. Asimismo hacemos un llamado a todas las familias chilenas a vivir en comunión, promoviendo valores de fraternidad a hacia sus hijos, puesto que vemos en ella la base de la formación de cada persona. También invitamos a la opinión pública a detenerse y reconocer en nuestras ciudades, barrios, parroquias, universidades y colegios, a tantos jóvenes que se entregan al servicio de otros con creatividad, alegría y entusiasmo.
Asumiendo estas responsabilidades nos comprometemos como Pastoral Juvenil Católica, a desarrollar procesos de formación desde una visión cristiana del mundo, que ayuden a dar respuestas en la historia que nos toca vivir. Además queremos seguir fortaleciendo la experiencia de comunidad como espacio de encuentro con Jesús y nuestros hermanos, favoreciendo un proyecto de vida juvenil coherente y compartido con instancias e instituciones extra eclesiales. Asimismo, como Pastoral Juvenil y animados por la fe que nos mueve, nos enfrentamos a nuestro mayor desafío para el próximo año: ir al encuentro de todos los jóvenes, en sus distintas realidades, descubriendo en ellos la presencia de Dios que se manifiesta a través de sus vidas; dándonos la maravillosa posibilidad de anunciar a Jesucristo Vivo desde la propia experiencia y compartiendo nuestro testimonio, inspirados en el Padre Alberto Hurtado, ejemplo de servicio y amor al prójimo, en especial, a los más necesitados, que es también el compromiso que aceptamos de forma permanente.
Desde nuestro deseo de reencontrarnos con el “Alma de Chile”, invitamos a todos y cada uno de los jóvenes, a que trabajemos por la paz, promoviendo instancias de diálogo que nos permitan aceptar nuestra diversidad, con respeto, amor y fraternidad, construyendo el país que soñamos, un país más justo, con los brazos abiertos a todos sus hijos.
Pastoral Juvenil de Chile
