Recordando la figura del Padre Alberto Hurtado, quien será canonizado el próximo 23 de octubre, y ante las máximas autoridades de la nación y del pueblo de Dios congregado en la Catedral Metropolitana, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz formuló un llamado a construir una sociedad más justa en lo que se refiere a la distribución de la riqueza. Igualmente invitó a reflexionar sobre el Chile que deseamos construir en vista del bicentenario de la Patria. La invitación la formuló durante el tradicional Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias, al conmemorarse hoy – 18 de septiembre de 2005- el 195º aniversario de la Primera Junta Nacional de Gobierno.

Texto homilía

Video de la Homilía

A la Acción de Gracias asistieron el Presidente de la República, Ricardo Lagos, y su esposa Luisa Durán; el Presidente del Senado, Sergio Romero; el Presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio; el Presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky; el Nuncio Apostólico, Monseñor Aldo Cavalli; Ministros de Estado y subsecretarios; la Intendente de la Región Metropolitana, Ximena Rincón; los Comandantes en Jefe de las tres ramas de las Fuerzas Armadas; El General Director de Carabineros y el Director de Investigaciones. También estuvieron presentes el Contralor General de la República, el Fiscal Nacional; tres de los candidatos a la Presidencia de la República ( Michelle Bachelet, Sebastián Piñera y Tomás Hirsch ); embajadores y representantes diplomáticos de distintos organismos internacionales; parlamentarios, alcaldes y concejales de la Región Metropolitana y personeros del Poder Judicial.

También concurrieron al principal templo del país dirigentes sociales, sindicales, empresarios, rectores de universidades, artistas, intelectuales, miembros de organizaciones comunitarias, delegaciones de parroquias y movimientos apostólicos, entre otros.

En esta ocasión, -y como lo ha sido desde 1971-, el Te Deum fue de carácter ecuménico, es decir contó con la participación de obispos y pastores de diversas iglesias cristianas: Ortodoxa, Luterana, Anglicana, Metodista y Evangélica, entre otras. También adhirieron con su oración representantes de las comunidades judía y musulmana.

La ceremonia

El Presidente de la República, como el resto de las autoridades, fue recibido en el pórtico de la Catedral por el Obispo auxiliar de Santiago, Mons. Cristián Contreras Villarroel; por el Canciller del Arzobispado de Santiago, Pbro. Hans Kast; por el Deán del Cabildo Metropolitano, monseñor Damián Acuña; entre otras autoridades eclesiásticas.

Los sones del cantor a lo divino Francisco Astorga, acompañado de su guitarrón, iniciaron esta ceremonia. Luego el Cardenal Errázuriz pronunció la oración de acogida. “Esta mañana –dijo el Arzobispo de Santiago- queremos agradecer a Dios los beneficios que ha dispensado a nuestra patria. E imploramos la gracia de colaborar como hermanos para construir una Patria grande y acogedora, en la cual todos formemos una familia unida y solidaria, cimentada en la justicia, la verdad y el amor a Dios y a su Pueblo”.

Posteriormente, el Pastor Rubén Berríos, de la Iglesia Luterana, proclamó la Primera Lectura tomada del libro Deuteronomio capítulo 30. 9b, versículos 15 y 16. En tanto, la lectura del Salmo 22 (El Señor es mi Pastor) estuvo a cargo del Obispo Carlos Navarrete, de la Iglesia Evangélica Reformada. Por su parte, el Evangelio (Mateo 25, versículos 31-40) fue proclamado por Monseñor Sergio Abad, Arzobispo Metropolitano del Patriarcado de Antioquia.

Después del Evangelio, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz pronunció su homilía, en la cual reflexionó sobre la necesidad de construir una sociedad más fraterna y solidaria. En la ocasión manifestó, “es escandalosa la mala distribución de los ingresos y, fruto de ello, también de la riqueza, en un país como el nuestro, que ha hecho grandes progresos en salir del subdesarrollo, cuyo ingreso medio por habitante ha crecido notablemente, y cuya cultura tiene evidentes raíces cristianas. Que nos inspire la verdad que enseña el reciente Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: “El destino universal de los bienes comporta un esfuerzo común dirigido a obtener para cada persona y para todos los pueblos las condiciones necesarias de un desarrollo integral, de manera que todos puedan contribuir a la promoción de un mundo más humano”. Ver texto homilía

Oraciones y ofrendas

Un momento significativo de la ceremonia lo constituyó la oración de los fieles, a cargo de diversos pastores de Iglesias cristianas, al tiempo que se llevaban al altar diversas ofrendas. Entre éstas destacaron un Cristo y una bandera chilena que fueron llevadas al altar por un grupo de jóvenes que el año 2010 cumplirán 18 años. También se presentaron, a manera de ofrendas, flores, cirios, canastas con alimentos y una imagen del Padre Hurtado.

Un hecho significativo y novedoso en este Te Deum fue la oración hecha por una representante del pueblo Aymará, la señora Elena Pancara. “Te pedimos Señor, nos ayudes a cuidar lo que tú nos has regalado, a comprendernos los unos a los otros, a respetar nuestras diferencias, a poner en común nuestros esfuerzos. Que a nadie le falte el trabajo ni el pan de la mesa y así todos juntos podamos construir una Patria justa y hermosa para todos”, dijo en su oración, leída en su lengua de origen, la señora Pancara.

Versión Musical

Después del saludo de la paz, el momento culminante de la ceremonia fue la interpretación del Te Deum, cántico de Acción de Gracias, que este año estuvo a cargo de una orquesta formada por músicos elegidos especialmente para esta ocasión y que fueron dirigidos por el maestro Fernando Carrasco. En tanto, el coro estuvo integrado por 150 personas que forman parte de la Escuela de Música Religiosa del Arzobispado de Santiago, que dirige el sacerdote Orlando Torres. A ellos se sumó el grupo folclórico Aranta.

La letra del cántico del Te Deum que se interpretó en esta ocasión pertenece al sacerdote y poeta Joaquín Alliende Luco y la música es de Fernando Carrasco, destacado compositor chileno y académico de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile.

Historia del Te Deum

El Padre Héctor Gallardo, Vicario de la Zona Centro y Director del Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago, destacó que el Te Deum es una tradición de nuestra vida republicana que nunca ha dejado de celebrarse. “Siendo una tradición, nuestro Te Deum -dijo el Pbro. Gallardo- es una ceremonia muy viva que se ha innovando y tomando características de acuerdo a lo que vive el país. Cada año, Chile inicia la celebración de su Día Nacional rezando, alabando a Dios, dándole gracias por los bienes recibidos, y esto ha ocurrido así desde el año 1811”.

La palabra Te Deum significa “A ti, oh Dios”, y son las primeras palabras del canto de alabanza a Dios cuyo contenido es la acción de Gracias: “A ti, oh Dios te alabamos y te bendecimos”. El origen del Te Deum es muy antiguo, de los primeros siglos de la Iglesia, y en Chile se celebra desde 1811, año en que José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno.

El año 1971, el entonces Arzobispo de Santiago, el Cardenal Raúl Silva Henríquez, invitó a obispos y pastores de otras Iglesias Cristianas a participar con sus oraciones en esta ceremonia. Desde entonces tiene el carácter ecuménico.

Ver texto homilía

Fuente: DOP Santiago - Fotografías gentileza Transmisión Canal 13 Internet

Fotografías Te Deum


Santiago, 18-09-2005