Han transcurrido cuatro meses desde la creación de la "Comisión Justicia y Paz", cuyo trabajo consiste en ser un aporte en la promoción y defensa de los derechos fundamentales de las personas de la región de Aysén.
Por tanto creemos que es oportuno dar a conocer a la opinión pública un primer esbozo del trabajo que ha desarrollado esta comisión y reflexionar sobre algunos acontecimientos que han afectado a nuestra Iglesia de Aysén.1. Durante el presente mes se han acogido, registrado y sistematizado situaciones que podrían configurar vulneración de derechos, entre éstas destacan denuncias por Abusos de Poder, en instituciones públicas y privadas, la desaparición de un joven en circunstancias no esclarecidas y quejas por presuntas irregularidades en investigaciones desarrolladas por los entes pertinentes. Sobre estos casos existe un monitoreo y se estudian los canales conducentes para adecuadas soluciones.2. En relación al crimen del P. Faustino Gazziero, quien estuvo ligado a nuestra comunidad y a la educación de los jóvenes, nos preocupa que algunos pocos personeros manifiesten públicamente, frente a las peticiones de verdad y justicia, que ha realizado nuestro Obispo que éste "sea prudente y que se preocupe de los asuntos espirituales". Ello por cuanto, tales tipos de expresiones demuestran un profundo desconocimiento del papel profético de la Iglesia en la sociedad, tal cual lo planteó el Papa Juan Pablo II cuando manifiesta: "El Evangelio del amor de Dios al hombre, el Evangelio de la dignidad de la persona y el Evangelio de la vida son un único e indivisible Evangelio. Por ello el hombre, el hombre viviente, constituye el camino primero y fundamental de la Iglesia". (Encíclica Evangelium Vital, Sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana).También se ha declarado que "el Obispo no ha contribuido a un análisis objetivo de los hechos", referido a las muertes de Aysén, incendio en los juzgados y el crimen del P. Gazziero ("La Segunda" 19-08-2004). A nuestro parecer, la objetividad de los hechos pasa por la búsqueda exhaustiva de la verdad y la justicia y no por ocultar una realidad llena de situaciones de una gravedad extrema, tales como el tráfico de drogas, la falta de claridad en procesos judiciales, el abuso, la carencia de oportunidades a los jóvenes, etcétera.Hacemos un llamado a quienes han formulado tales críticas a revisar las exigencias sociales del evangelio y la "vertiente samaritana" que debe tener nuestra fe y a meditar respecto a aquella frase que expresa la preocupación por el prójimo: "¿Cómo puedes amar a Dios que no ves y no amas a tu hermano que está a tu lado"?3. Rechazamos enérgicamente las declaraciones realizadas por el Alcalde de Puerto Aysén a EMOL el 19-08-2004, en las que realiza un paralelo entre los casos de Gema Bueno, y el llamado “Caso Aysén” y el papel realizado por nuestro Obispo a favor del esclarecimiento de la verdad. La única intención aparente de estas declaraciones es atacar directamente la labor llevada a cabo por la Iglesia y desacreditar el importante papel que ha jugado en busca de la verdad sobre las muertes de 12 jóvenes de nuestra región, desconociendo, de paso, el sufrimiento y la impotencia de estas familias.4. La Comisión Justicia y Paz solidariza con la Orden Siervos de María, en estos momentos de dolor por la trágica muerte de uno de sus miembros. Más sabemos que este luctuoso suceso será semilla de esperanza para renovar el compromiso con los jóvenes, en especial con los más pobres; también rechazamos las tergiversaciones de algunos inescrupulosos que por vender palabras no han dudado en enlodar la imagen y trabajo pastoral realizado por el P. Faustino en nuestra región, caracterizado siempre por una opción preferencial por los jóvenes."Predicar sólo la resignación y la caridad frente a los grandes dolores humanos sería cubrir la injusticia. Resignación y caridad hemos de predicarlas siempre, pero simultáneamente el deber de luchar, con todos los medios justos, para obtener la justicia”.(P. Alberto Hurtado, Conferencia de 1946, sobre el orden social cristiano)Comisión Justicia y Paz, Vicariato Apostólico de AysénCoyhaique, 25 de agosto de 2004