Hemos sido impactados por la tan triste noticia de la trágica muerte del Presbítero Javier Alíz Chandía, de nuestra Diócesis de Iquique.
Tal como señala el Comunicado del Arzobispado de Santiago, desde hace dos años él se había trasladado a Santiago, estaba hospedado en la casa parroquial de San Bruno y se encontraba en un período especial de estudios, trabajo y también discernimiento respecto de su vocación sacerdotal. Además, por lo que se ha tenido referencia, en estos últimos días sufría un estado depresivo.Queremos acompañar con mucho cariño y respeto a su mamá, hermanos y familiares, invocando a Dios infinitamente bondadoso, junto a la intercesión de la Virgen del Carmen de La Tirana, tan venerada en nuestro ‘norte grande’, para que este hermano sacerdote sea acogido en su Reino y todos alcancemos consuelo y esperanza.Estamos a la espera de su traslado a Iquique donde rezaremos juntos por su eterno descanso. Desde acá también oramos por todos quienes en Santiago le conocieron, en particular por la familia y la joven gravemente herida.A nuestro querido Beato Padre Alberto Hurtado, apóstol de Jesucristo e inspirador de la más amplia solidaridad, le pedimos nos acompañe y ayude para que todo este gran dolor pueda transformarse en frutos para el Reino de Dios.Agosto 18 del año 2004.