A los Srs. Miembros de la
Honorable Junta de Gobierno
De nuestra más alta consideración,
el vehemente deseo de colaborar eficazmente al bien común de nuestra Patria, y en particular a la deseada unidad de todos los chilenos, nos mueve, a los miembros del Comité Permanente del Episcopado, a dirigirnos a Ud. para manifestarle, con sencillez y claridad, nuestro juicio ante la trascendente consulta a que somos llamados todos los habitantes de nuestra Patria.
1. Sin pronunciarnos sobre su fundamento y alcance jurídico, nos parece muy positivo y enteramente conforme con un ideario humanista y cristiano de participación, el que nuestro pueblo sea convocado a manifestar su parecer en materias de interés nacional.
Ello significa, además, un reconocimiento de la madurez cívica que ha solido caracterizar a nuestro pueblo, y un signo alentador de que su participación responsable y decisoria en todo el proceso institucional se verá, como es su derecho, gradualmente acrecentado.
Igualmente positivo nos parece el énfasis puesto por el Supremo Gobierno, en el sentido de que cada ciudadano responda a la consulta con estricta fidelidad a su conciencia.
2. La forma concreta en que esta consulta se realiza debe ser, sin embargo, motivo de una profunda reflexión. Hemos intervenido en muchas oportunidades para promover el respeto de los Derechos Humanos en nuestra Patria. Si bien no compartimos, por considerarla discriminatoria para con nuestro país, la actitud asumida por la ONU, nos parece que la ciudadanía no se encuentra suficientemente informada, ni sobre el texto de la condenación pronunciada por ese organismo, ni sobre las atribuciones propias de él.
En segundo lugar, la formulación misma de la consulta es polivalente, al encerrar varias preguntas que, por lo mismo, pueden admitir respuestas diferentes; su misma ambigüedad no permite prever a qué consecuencias podría llevamos una respuesta mayoritaria en uno u otro sentido. En tercer lugar, la propaganda insistente y unilateral representa una forma de presión psicológica sobre las conciencias y desvirtúa, por lo tanto, el valor y sentido de la consulta misma. Y por último, el encontrarnos en Estado de Emergencia impide el libre conocimiento y difusión de todas las opciones, creando por lo mismo temores - fundados o no- para emitir el juicio con plena libertad.
\"La dignidad humana requiere que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa\" (Vaticano II, Gaudium et Spes, 17).
3. Nos parece que el bien del país exige buscar las tareas que nos unen y no los planteamientos que nos separan entre \"patriotas\" y \"antipatriotas\". Igualmente la imagen de Chile en el extranjero y el prestigio de la Honorable Junta de Gobierno como de las Fuerzas Armadas exigen, a nuestro juicio, por las razones indicadas, que la consulta sea suspendida o al menos postergada hasta que se puedan crear condiciones más favorables para su validez moral.
Esto es lo que por el bien de todos los chilenos solicitamos al Supremo Gobierno.
Las ideas que arriba expresamos y el hecho mismo de acudir a los Honorables Miembros de la Junta de Gobierno, son el fruto de una reflexión común entre los Obispos. Por esto mismo, las daremos a conocer a nuestros fieles para contribuir a la formación de su conciencia moral.
En el deseo de que sea acogida favorablemente la solicitud que formulamos por el bien de nuestra Patria, le reiteramos las expresiones de nuestra más alta estima.
COMITÉ PERMANENTE DEL EPISCOPADO
† Francisco de B. Valenzuela Ríos
Arzobispo-Obispo de San Felipe
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
† Raúl Cardenal Silva Henríquez
Arzobispo de Santiago
† Juan Francisco Fresno Larraín
Arzobispo de La Serena
† Carlos Oviedo Cavada
Arzobispo de Antofagasta
† Orozimbo Fuenzalida Fuenzalida
Obispo de Los Ángeles
† José Manuel Santos Ascarza
Obispo de Valdivia
† Sergio Contreras Navia
Obispo Electo de Temuco
Secretario General a.i. de la CECH.
Santiago, diciembre 30 de 1977.