Este domingo 24 de julio, a las 17.00 horas, en la Catedral Metropolitana, se oficiará una Eucaristía en memoria del Padre Faustino Gazziero De Stefani, al cumplirse un año de su muerte. La Misa será presidida por el Padre Bernardino Savilla, Provincial de la Orden Siervos de María.
“A un año de su martirio, queremos volver nuestra mirada al Señor y agradecerle por la vida y el servicio de P. Faustino, siempre preocupado por la formación valórica y cristiana de nuestros jóvenes y niños. Ante los signos de muerte que parecen dominar en nuestra sociedad, nosotros, siervos y siervas de María, queremos reafirmar nuestra fe y confianza en el Dios de la Vida, que conduce nuestra historia”, señala la invitación a esta Eucaristía firmada por la Orden Siervos de María, a la que pertenecía el P. Gazziero.
Un sacerdote cercano a los jóvenes
El Padre Faustino Gazziero fue cruelmente asesinado el 24 de julio del año pasado, cuando terminaba de celebrar la Eucaristía en la Catedral Metropolitana. Prácticamente toda su vida sacerdotal la ejerció en Chile. Llegó al país en 1961 de su natal Italia, recién ordenado sacerdote. Aysén fue su primera destinación. Era un sacerdote muy querido de la Orden de los Siervos de María, congregación que se asentó en Chile en el año 1937.
El P. Gazziero había nacido el 29 de abril de 1935, en una localidad cercana a Venecia. Cuando sólo tenía 11 años ingresó, en 1946, al Seminario Menor y se ordenó sacerdote en 1960. Durante años desarrolló un trabajo muy cercano con los jóvenes, y eso lo motivó a fundar el Hogar de la Juventud. Entre 1973 y 1976 fue párroco en Aysén, fue profesor de francés en el Liceo San Felipe Benicio. En 1977, se trasladó a Santiago donde se abocó a trabajar incansablemente junto a la comunidad Santa Teresita. Fue presidente de la Fundación Educacional Santa Teresita, que tiene a su cargo cuatro colegios en Santiago.
Un hombre de bien
El Padre Faustino Gazziero “amaba servir en el silencio. Con inteligencia, cariño y responsabilidad se dedicó a la educación de la juventud. Nunca subrayaba sus méritos ni su persona. Sin hacerse notar regalaba toda su sabiduría y los frutos de su espiritualidad en el servicio a los jóvenes, en la disponibilidad parroquial y en la pastoral social “, señalaba el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, en la homilía pronunciada durante la Misa de exequias del sacerdote. Y agregaba Monseñor Errázuriz: “Atendía a los más frágiles con mucha delicadeza, siendo respetuoso con quienes se equivocaban y creían en su error. Acudía a los cementerios a rezar y consolar. Y se sentía a gusto actuando colegiadamente, forjando la comunión y la participación en las comunidades que servía. Su amor entrañable a la Madre de Jesús lo inspiraba. La consideraba su madre y su hermana mayor. Como ella quería seguir a Jesús y ser su discípulo y su testigo”.
El Cardenal Arzobispo de Santiago recordó en su homilía que el P. Faustino Gazziero dejó a su país, Italia, y a su querida familia, el mismo año de su ordenación sacerdotal, en 1960, y tomó su cruz de misionero. Su comunidad lo envió a Chile. “Fue tanto el amor a nuestro pueblo que creció en su espíritu, y tanta su voluntad de servirlo, que se identificó con nosotros, renunciando a su ciudadanía de origen para hacerse chileno. Se convirtió en un compatriota más, como tantos misioneros”, señaló Mons. Errázuriz.
Fuente: DOP Santiago
Santiago, 21-07-2005