Las conclusiones de esta jornada serán entregadas a los precandidatos a la presidencia de la República, con quienes se espera invitar a una segunda versión de este seminario que se realizará a mediados de julio próximo.
“La Empresa comunidad de personas, un desafío de la globalización”, fue el tema que convocó a dirigentes sociales (empresarios, trabajadores, académicos) y agentes pastorales el pasado viernes 13 de mayo, en el Auditórium de la Universidad Católica Silva Henríquez. Este fue organizado por la Fundación Cardenal Silva Henríquez y la Vicaría para la Pastoral de los Trabajadores, y contó con la asistencia del Nuncio Apostólico de Su Santidad, Mons. Aldo Cavalli; el Obispo auxiliar de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati; el Vicario de Pastoral de los Trabajadores del Arzobispado de Santiago, Pbro. Ignacio Muñoz; el Rector de la Universidad Católica Silva Henríquez, Sergio Torres; y Clementina Silva Henríquez, hermana del fallecido Cardenal Silva.
Mons. Ricardo Ezzati dijo que en este tema – la empresa-comunidad de personas- está muy presente la figura del Cardenal Raúl Silva Henríquez, porque “podríamos decir que don Raúl, buscando la promoción humana de todos, especialmente de los más pobres, fue también un empresario, un empresario creativo, proactivo y por qué no, un empresario exitoso. Sus iniciativas se caracterizaron por su capacidad de involucrar la participación de muchos para servir al bien común de la sociedad, especialmente de los más desposeídos. Siguiendo la Doctrina Social de la Iglesia, además de una función únicamente económica, quiso que el trabajo fuera eminentemente social, de oportunidades, de encuentro, de valoración de las capacidades personales”.
A su vez Monseñor Ezzati recordó que la Conferencia Episcopal ha invitado a toda la comunidad, “en particular a los empresarios, líderes económicos, a los trabajadores y a los sindicalistas, a que sean seguidores de Jesús y de su evangelio. Es precisamente a partir de éstas y de otras inquietudes que la Fundación Raúl Silva Henríquez y la Vicaría para la Pastoral de los Trabajadores del Arzobispado de Santiago han querido venir aquí a reflexionar sobre el trabajo humano”.
En el encuentro se leyó el mensaje enviado por Juan Somavía, Director General de la organización Internacional del Trabajo (OIT) con motivo de este seminario. Somavía expresó la “profunda desvalorización del significado del trabajo. El trabajo es parte del costo de producción, pero el trabajador no es una mercancía más en el proceso productivo. Por el contrario, el empleo es fuente de dignidad personal, de estabilidad de la familia y de paz en la comunidad; ése es su valor social trascendente. De ahí la importancia del tema central que han escogido: construir empresas que sean comunidades de personas, una comunidad de intereses compartidos; donde el respeto a la dignidad del trabajo es fuente de productividad y competitividad; donde el diálogo social resuelve eventuales conflictos y donde ni trabajo ni capital están a la merced de una globalización sin riendas éticas”.
Las exposiciones
El seminario, que se extendió durante toda la mañana, consultó las exposiciones de tres representantes de distintas áreas del quehacer laboral como son Diego Olivares, Presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT); Bruno Philippi, Presidente de La Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA); y Pedro Morandé, Decano de la Facultad de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Olivares inició la presentación haciendo alusión a que “el tema por el cual fuimos convocados requiere de un tremendo compromiso de los actores para mirar, como decía el Cardenal, al alma de Chile y ponernos a su servicio. A Chile le falta un compromiso amplio, abierto y franco entre los distintos actores, entre los trabajadores, entre los empresarios”.
“El mundo está atravesando una fase de transformación económica, social a dimensión planetaria, y por supuesto también de las condiciones laborales como consecuencia de la globalización. Desde ese punto de vista asumo las palabras que el Papa Juan Pablo II nos decía sobre la necesidad de globalizar también la solidaridad. Tenemos que ser capaces de promover un trabajo decente a nivel planetario”.
“Necesitamos -agregó Olivares- para estos desafíos que la sociedad nos pide y a la luz de lo que la Iglesia nos convoca, un sindicalismo también renovado, capaz de mostrar que la cooperación es más eficiente que el conflicto y que la solidaridad es más poderosa que el individualismo para construir un sindicalismo de servicio al país”.
Por su parte, Bruno Phillipi, quien dijo estar de acuerdo con lo planteado por Olivares, quiso poner de manifiesto la orientación y la visión empresarial. Hizo especial hincapié en la importancia del valor humano, de las personas sobre el capital. “Sin duda el elemento esencial en una empresa son las personas, ya que son a quienes se les ocurre qué producto o qué servicio van a entregar. Alguien dirá, pero por qué no nombré el capital. La verdad es que el capital es consecuencia de lo que ahí hay. Cualquiera que tenga una buena idea va a tener el capital para desarrollarla”.
Pedro Morandé a su vez hizo un fuerte llamado a discutir el tema del trabajo desde su real y profunda perspectiva. Morandé, además, lamentó que el discurso más olvidado pronunciado en Chile por Juan Pablo II haya sido precisamente el ofrecido en Talcahuano sobre el mundo laboral.
“Cuando el Papa vino a Chile hizo un discurso memorable en Talcahuano, que yo personalmente –dijo Morandé- creo es el más olvidado de todos los discursos que él hizo. Coincidió con un domingo de cuaresma donde venía el evangelio de resurrección. Hablando primero de la resurrección y aplicándolo después al mundo del trabajo dijo: ‘la resurrección es signo de ese contenido profundísimo que se encuentra en el trabajo humano. La resurrección se obtiene a través del trabajo. El trabajo no está orientado hacia la muerte. El trabajo está ordenado a la resurrección’ y agregó citando una frase de Laborem Exercens: ‘en el trabajo, merced a la luz que penetra dentro de nosotros por la resurrección de Cristo, encontramos siempre un tenue resplandor de la vida nueva’. Esto es la dignidad del trabajo, no se trata de conseguir mejores o peores condiciones o que se llegue a un acuerdo con el empleador. Estamos hablando de otra cosa mucho más profunda que tiene que ver con la vida nueva y con un trabajo no orientado a la muerte sino a la vida. Yo sinceramente creo que la voz del Papa aquí, por lo menos en esta materia, fue una voz en el desierto”.
El problema fundamental para entender el tema de esta jornada, la empresa como comunidad de personas, continuó Morandé es que “si no se considera el valor antropológico del trabajo, yo me hago la pregunta, ¿qué otra cosa sino el trabajo es lo que tiene en común una empresa que lo puede convertir en una comunidad?
Si no hay una concepción del trabajo que no sea personal, personalizada, que tome la totalidad de los valores de la persona, ¿cómo se puede convertir en una comunidad? El problema está en que nosotros seguimos entendiendo el trabajo en nuestra cultura como instrumental, o sea, trabajamos para ganarnos la vida no para desarrollarnos. Y si trabajamos para ganarnos la vida, es decir, un puro instrumento, entonces cómo vamos a entender que el trabajo tiene prioridad sobre el capital?
Mesas de Trabajo
El seminario continuó con la modalidad de mesas de trabajo. Se instalaron alrededor de 10 mesas, cada una de las cuales fue presidida por un especialista quien orientó la reflexión según el tema a discutir. Entre los temas se encontraban nuevas formas de solidaridad, relación trabajo-capital, globalización, dignidad y derechos de los trabajadores y la importancia del sindicalismo hoy. A su vez entre sus expositores se encontraron Eduardo Amstrong, Gerente de Estudios y Comunicaciones USEC; Exequiel Rivas, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad Alberto Hurtado; Alejandra Marinovic, economista y Directora Área Internacional del Banco Central y Guillermo Sandoval, Secretario Ejecutivo del Centro Laboral Alberto Hurtado.
Cabe destacar que las conclusiones de esta jornada serán entregadas a los precandidatos a la presidencia de la República, a quienes se espera invitar a la segunda etapa de este seminario.
Finalmente, el Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, hizo una presentación sobre "Trabajo y empresa en el Magisterio de Juan Pablo II".
El Seminario concluyó con un almuerzo, tras las palabras de Mons. Ignacio Muñoz, Vicario Pastoral de los Trabajadores del Arzobispado de Santiago.
Fuente: Vicaría de los Trabajadores - DOP
Santiago, 13-05-2005