Con la presencia de cientos de fieles que colmaron la Catedral, se realizó la Misa Crismal, oportunidad en la que los sacerdotes de la Diócesis renuevan sus votos, acompañados de sus familiares y seres queridos.

En esta oportunidad los santos óleos que son usados durante el año, para ungir a los fieles que recibirán el sacramento del bautismo, la unción de los enfermos, de la confirmación y el Orden sacerdotal, fueron bendecidos con anterioridad, ya que el Arzobispo de Antofagasta, Monseñor Pablo Lizama, debió viajar, por problemas de salud de su madre.

La Eucaristía la presidió el Vicario General de la Arquidiócesis, R.P. Gerardo Vande Walle,omi; quien entregó a los presentes el mensaje que el Papa Juan Pablo II envía a los sacerdotes, con motivo del Jueves Santo, día en que se recuerda la Institución de la Eucaristía.

En el Mensaje, el Santo Padre señala que en el Año de la Eucaristía, le es particularmente grato dirigirse a ellos, haciéndolo desde la clínica en que se encontraba internado “enfermo entre los enfermos, uniendo en eucaristía mis sufrimientos ante Cristo”.
Más adelante el Santo Padre, señala que “puesto que toda la Iglesia vive de la Eucaristía , la existencia sacerdotal ha de tener por un título especial forma eucarística, por lo tanto las palabras de la institución de la Eucaristía no deben ser para nosotros únicamente una fórmula consagratoria, sino también una fórmula de vida”.

Una vez terminada la lectura del mensaje, que correspondió a la Homilía, los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales, ante el Vicario General.

Fuente: Pastoral de Comunicaciones
Arzobispado de Antofagasta
Antofagasta, 24-03-2005