Iglesia valora devoción a San Expedito como camino hacia el Señor y una vida cristiana
El Obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte, sostuvo que la Iglesia quiere acoger a los fieles y acompañar su devoción a San Expedito para que sea fiel al Evangelio, "porque Jesucristo es el centro de nuestra Fe y de la vida de la Iglesia, y debe ser el centro de la vida de todo creyente".
Mons. Duarte presidió la Eucaristía del mediodía este miércoles, en la parroquia Santa María de Los Ángeles, en Reñaca.
En un
mensaje, que además fue entregado a los fieles, el Obispo se refirió a la devoción a San Expedito que se ha desarrollado últimamente en Chile y en la diócesis de Valparaíso.
Mons. Duarte recordó que los santos –y muy particularmente la Virgen María- han sido los grandes servidores e imitadores de Jesús, y la Iglesia los reconoce como intercesores ante el Señor y modelos válidos de vida y de compromiso cristiano.
Añadió que la Reina de todos los Santos es la Virgen Santísima y que, "después de ella, sólo Dios sabe cuál es el santo más importante y cada fiel es libre de acudir a uno u otro en su devoción privada".
El Obispo de Valparaíso agregó que los chilenos tenemos tres figuras muy cercanas y que son objeto de nuestra especial admiración: Santa Teresa de Jesús de Los Andes, el Beato Padre Alberto Hurtado y la Beata Laurita Vicuña. "Ellos vivieron entre nosotros, conocemos sus vidas, sus escritos, su espiritualidad, y ciertamente son un especial ejemplo de coherencia con el Evangelio, además de grandes intercesores de la Iglesia y de la Patria", manifestó.
Una devoción con historia
Aclaró Mons. Gonzalo Duarte que existen varios antecedentes previos sobre la devoción a San Expedito, y que desde hace muchos años está presente en varios países de América Latina.
En Chile, ya en 1897 se rezaba un Triduo en honor al santo, y en 1937 su Novena. La pequeña imagen de San Expedito que actualmente existe en el templo parroquial de Reñaca, perteneció a la Parroquia de Viña del Mar, donde fue objeto de devoción por varios años.
En Reñaca, en agosto de 2000, ante una grave dificultad en la construcción del nuevo templo parroquial de Reñaca, una feligresa propuso hacerle una novena a San Expedito a fin de solicitar su intercesión ante Dios. El párroco aceptó y a los ocho días el problema estaba superado. "La masiva respuesta posterior de los fieles nos ha sorprendido y hemos comprobado la sed de vida espiritual del pueblo cristiano", explicó Mons. Duarte.
San Expedito
Fue jefe de una legión romana. Lo sacrificaron por orden del Emperador Diocleciano, con sus compañeros de armas los santos Cayo, Hermógenes, Gálata, Aristónico y Rufo, en Militina de Armenia. Su martirio se conmemora el 19 de abril.
Ver Mensaje de Mons. Duarte
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Fuente: Comunicaciones Valparaíso - Prensa CECH
Valparaíso, 19-01-2005