Fraternidad: como discípulos de Jesucristo, los obispos expresan su comunión, entre sí, con el Papa, y a través de la vida pastoral fomentan la cercanía y la hermandad de todo el pueblo de Dios.
Corresponsabilidad: expresión de la solidaridad colegial de los obispos para que, bajo la acción del Espíritu Santo, vivan y den testimonio de los valores del Evangelio y, en conjunto, organicen la marcha de la Iglesia acompañando el caminar de la sociedad chilena.
Servicio: expresión de la misión evangelizadora de la Iglesia que los obispos traducen en la promoción de la verdad, la vida, la justicia, la paz y, en definitiva, el desarrollo humano integral, la "civilización del amor".