OCTAVARIO
DÍA 1

"Amarás al extranjero porque ustedes fueron extranjeros en Egipto"

Textos Bíblicos

Levítico 19, 33-34: Amarás al extranjero
Salmo 146: El Señor protege al extranjero
Hebreos 13, 1-3: Personas hubo que, sin saberlo, alojaron ángeles en su casa
Mateo 25, 31-46: Llegué como un extraño, y me recibiste en tu casa
 

Cuando se convirtió en la primera república negra independiente, Haití abrió sus puertas para acoger a personas esclavizadas en busca de libertad. En tiempos recientes, la situación económica ha golpeado duramente a los haitianos, muchos de los cuales han salido de su país haciendo viajes peligrosos en busca de una vida mejor. En muchos casos se han encontrado con el rechazo y con barreras legales. El Consejo de las Iglesias del Caribe se ha implicado en su defensa, llamando la atención a aquellas naciones que restringen o despojan a los haitianos de sus derechos de ciudadanía.

Oración

Dios eterno,
que no perteneces a ninguna cultura ni tierra sino eres Señor de todos,
y nos llamas a acoger al extranjero que reside entre nosotros.
Ayúdanos con tu Espíritu
para vivir como hermanos y hermanas, 
acogiendo a todos en tu nombre
y viviendo según la justicia de tu reino. 
Esto pedimos en el nombre de Jesús.
Amén.
La diestra de Dios
está plantando en nuestra tierra,
plantando semillas de libertad, esperanza y amor;
en esta tierra de muchos pueblos
que los hijos junten sus manos
y sean uno con la diestra de Dios.

Reflexión

El recuerdo de ser extranjeros en Egipto está en la base del precepto de la Ley de que el pueblo de Dios debía acoger al extranjero que residía en su seno. Se albergaba la esperanza de que el recuerdo de su propio exilio estimularía la empatía y la solidaridad con los exiliados y los extranjeros presentes en un momento dado. Del mismo modo que para Israel, nuestra experiencia cristiana compartida de la acción salvadora de Dios va a la par con el recuerdo de ser extranjeros y estar alienados –en el sentido de la enajenación de Dios y de su reino. Este modo cristiano de hacer memoria tiene implicaciones éticas. Dios ha restablecido nuestra dignidad en Cristo y nos ha hecho ciudadanos de su reino, no a causa de lo que hemos hecho para merecerlo, sino por un libre don de su amor. Estamos llamados a hacer lo mismo, libremente y movidos por el amor. El amor cristiano es amar como el Padre, esto es, reconocer la dignidad y dar dignidad y de este modo traer sanación a la familia humana quebrantada.
DÍA 01

Amarás al extranjero porque ustedes fueron extranjeros en Egipto.

DÍA 02

Y no ya como esclavo, sino como algo más, como hermano muy querido.

DÍA 03

Su cuerpo es templo del Espíritu Santo.

DÍA 04

Esperanza y salvación.

DÍA 05

¡Escucha el grito de mi pobre pueblo desde todos los rincones de la tierra!

DÍA 06

Busquemos el provecho de los otros.

DÍA 07

Construyendo la familia en la casa y en la Iglesia.

DÍA 08

Los reunirá de entre las naciones.

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