Testimonios

El Pesebre, lo más importante

Nosotros somos 5 integrantes de mi familia, Mis hijos Andre (21) Felipe (20) y Monserrat (16), mi marido José Antonio y yo. Desde siempre el pesebre es parte importante de nuestra casa para navidad. Desde el año 2000 decidimos no poner más el árbol de pascua, pero sí el pesebre tan adornado como el árbol y en un lugar destacado de nuestra casa. Actualmente, lo hacemos en el antejardín, con luces, guirnaldas y bien adornado.

Cada Navidad, hacemos una cena especial, vamos a la misa del gallo, nos toca cantar, y al regreso cenamos. Compramos una torta y vela y le cantamos el cumpleaños feliz al Niño Dios. Después de eso, nos hacemos la entrega de regalos. Siempre, desde niños, les dijimos a los hijos que la Navidad era el día de Jesús, que era a Él a quien se le celebraba, que no podíamos dejarlo de lado.
Hoy los niños mayores están en la universidad y con mayor razón la cena y la celebración cobra el  valor de poder estar juntos y compartir una fecha tan especial.

Nuestro trabajo pastoral, nos llevó a realizar desde el año 2008 al 2010 "NAVIDAD ES JESUS"  (es una ONG, que la trajimos del Perú), que se replicó primero en Arica y luego aquí en Rancagua. Es una actividad maravillosa, donde nos comprometimos a hacer vivir una Navidad con sentido a los niños de nuestra parroquia y de  colegios vulnerables.

Conformamos un equipo de trabajo precioso, donde cada monitor (para las edades que dividíamos) tenía la tarea de hablarles y hacerles sentido a los niños sobre qué es la Navidad. Cada grupo trabajaba en pesebres, ya sea pintándolos o armándolos, para ser expuestos y llevados para  ponerlos en sus casas.

Los niños  quedaban felices, con una actividad preciosa, llena de alegría, juegos, regalos y con sentido real.


Daniela Ulloa, laica