Lecturas

  • PRIMERA LECTURA

    ¡Si rasgaras el cielo y descendieras!
    Lectura del libro de Isaías  63, 16b-17. 19b; 64,2-7

    ¡Tú, Señor, eres nuestro padre, nuestro Redentor es tu Nombre desde siempre! ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia!
    ¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en Él.
    Tú vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos.
    Tú estás irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu Nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque Tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas.
    Pero Tú, Señor, eres nuestro padre; nosotros somos la arcilla, y Tú, nuestro alfarero: ¡todos somos la obra de tus manos!

    SALMO RESPONSORIAL 79, 2ac. 3b. 15-16. 18-19

    R/. Restáuranos, Señor del universo.
    Escucha, Pastor de Israel, Tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvamos.
    Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que Tú hiciste vigoroso.
    Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que Tú fortaleciste, y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre.

    SEGUNDA LECTURA

    Esperamos la revelación de nuestro Señor Jesucristo.
    Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 1, 3-9


    Hermanos:
    Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
    No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que Él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en Él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en la medida que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y Él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

    EVANGELIO

    Estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa.

    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 13, 33-37

    Jesús dijo a sus discípulos:
    Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
    Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
    Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!

     


  • PRIMERA LECTURA

    Preparen el camino del Señor.

    Lectura del libro de Isaías   40, 1-5. 9-11

    ¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios!
    Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está pagada, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados.
    Una voz proclama:
    ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios!
    ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies!
    Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor.
    Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: ¡Aquí está tu Dios! Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.

    SALMO RESPONSORIAL  84, 9-14

    R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
    Voy a proclamar lo que dice el Señor, el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.
    El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.
    El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

    SEGUNDA LECTURA

    Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.

    Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pedro 3, 8-14


    Queridos hermanos, no deben ignorar que, delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. Sin embargo, el Día del Señor llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida.
    Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia.
    Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que Él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche.


    EVANGELIO

    Allanen los senderos del Señor.
    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 1, 1-8

    Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías:
    Mira, Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
    Una voz grita en el desierto:
    Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.

    Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo.

     

  • PRIMERA LECTURA

    Desbordo de alegría en el Señor.
    Lectura del libro de Isaías  61, 1-2a. 10-11

    El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
    Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor.
    Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios.
    Porque Él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas.
    Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

    SALMO RESPONSORIAL   Lc 1, 46-50. 53-54

    R/. Mi alma se regocija en mi Dios.
    Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz.
    Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
    Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia.


    SEGUNDA LECTURA

    Consérvense irreprochables en todo su ser, hasta la Venida del Señor.
    Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica  5, 16-24

    Hermanos:
    Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús. No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías; examínenlo todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas.
    Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser -espíritu, alma y cuerpo- hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará.


    EVANGELIO

    En medio de ustedes hay alguien a quien no conocen.
    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   1, 6-8. 19-28


    Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
    Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
    Él no era la luz, sino el testigo de la luz.
    Éste es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle:
    ¿Quién eres tú?
    Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente:
    Yo no soy el Mesías.
    ¿Quién eres, entonces?, le preguntaron: ¿Eres Elías? Juan dijo: No.
    ¿Eres el Profeta? Tampoco, respondió. Ellos insistieron:
    ¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?
    Y él les dijo:
    Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
    Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle:
    ¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?
    Juan respondió:
    Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.

    Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba


  • PRIMERA LECTURA

    El reino de David durará eternamente delante del Señor.
    Lectura del segundo libro de Samuel   7, 1-5. 8b-12. 14a. 16

    Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán:
    Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña.
    Natán respondió al rey:
    Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo.
    Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos:
    Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que Yo la habite?
    Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra.
    Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que Él mismo te hará una casa.
    Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, Yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo.
    Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre.

    SALMO RESPONSORIAL   88, 2-5. 27. 29

    R/. Cantaré eternamente el amor del Señor.
    Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque Tú has dicho: Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo.
    Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones.
    Él me dirá: Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora. Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él.

    SEGUNDA LECTURA

    El misterio guardado en secreto desde la eternidad ahora se ha manifestado.
    Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma  16, 25-27

    Hermanos:
    ¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado! Éste es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe. ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.


    EVANGELIO

    Concebirás y darás a luz un hijo.
    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   1, 26-38

    El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
    El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo:
    ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.
    Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
    Pero el Ángel le dijo:
    No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.
    María dijo al Ángel:
    ¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?
    El Ángel le respondió:
    El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.
    María dijo entonces:
    Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra.
    Y el Ángel se alejó.


  • PRIMERA LECTURA

    El Señor pone en ti su deleite.
    Lectura del libro de Isaías   62, 1-5

    Por amor a Sión no me callaré, por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que irrumpa su justicia como una luz radiante y su salvación, como una antorcha encendida. Las naciones contemplarán tu justicia y todos los reyes verán tu gloria; y tú serás llamada con un nombre nuevo, puesto por la boca del Señor.
    Serás una espléndida corona en la mano del Señor, una diadema real en las palmas de tu Dios.
    No te dirán más ¡Abandonada!, ni dirán más a tu tierra ¡Devastada!, sino que te llamarán Mi deleite, y atu tierra Desposada.
    Porque el Señor pone en ti su deleite y tu tierra tendrá un esposo.
    Como un joven se casa con una virgen, así te desposará el que te reconstruye; y como la esposa es la alegría de su esposo, así serás tú la alegría de tu Dios.

    SALMO RESPONSORIAL   88, 4-5.16-17. 27. 29

    R/. Cantaré eternamente la misericordia del Señor.
    Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones.

    ¡Feliz el pueblo que sabe aclamarte! Ellos caminarán a la luz de tu rostro; se alegrarán sin cesar en tu Nombre, serán exaltados a causa de tu justicia.
    Él me dirá: Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora. Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él.

    SEGUNDA LECTURA

    Testimonio de Pablo sobre Cristo, Hijo de David.
    Lectura de los Hechos de los Apóstoles     13, 16-17. 22-25

    Al llegar a Antioquía de Pisidia, Pablo se levantó en la sinagoga y, pidiendo silencio con un gesto, dijo:
    Escúchenme, israelitas y todos los que temen a Dios. El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí.
    Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: “He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad”. De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús.
    Como preparación a su venida, Juan Bautista había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. Y al final de su carrera, Juan Bautista decía: “Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene Aquel a quien yo no soy digno de desatar las sandalias”.

    EVANGELIO

    Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   1, 1-25

    Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
    Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de éstos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de éste fue Rut.
    Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
    David fue padre de Salomón, y la madre de éste fue la que había sido mujer de Unas.
    Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
    Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.
    El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
    Éste fue el origen de Jesucristo:
    María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
    Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.
    Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:
    La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.
    Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.


  • PRIMERA LECTURA

    Un hijo nos ha sido dado.

    Lectura del libro de Isaías 9, 1-6

    El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín.
    Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego.
    Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz. Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre.
    El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.

    SALMO RESPONSORIAL 95, 1-3. 11-13

    R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
    Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan su Nombre.
    Día tras día, proclamen su victoria, anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
    Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él; regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque.
    Griten de gozo delante del Señor, porque Él viene a gobernar la tierra: Él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

    SEGUNDA LECTURA

    La gracia de Dios se ha manifestado para todos los hombres.
    Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito  2, 11-14

    La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.

    EVANGELIO

    Hoy les ha nacido un Salvador.

    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   2, 1-14

    Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
    José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
    Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se alojaban no había lugar para ellos.
    En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él!


  • PRIMERA LECTURA

    Ahí llega tu Salvador.
    Lectura del libro de Isaías 62, 11-12


    Esto es lo que el Señor hace oír hasta el extremo de la tierra:
    Digan a la hija de Sión: Ahí llega tu Salvador; el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. A ellos se los llamará “Pueblo santo”. “'Redimidos por el Señor”; y a ti te llamarán “Buscada”, “Ciudad no abandonada”.

    SALMO RESPONSORIAL   96, 1. 6. 11-12
    R/. Hoy nos ha nacido el Señor. ¡Aleluya!
    ¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria.
    Nace la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, en el Señor y alaben su santo Nombre.

    SEGUNDA LECTURA

    Él nos salvó por su misericordia.
    Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito  3, 4-7

    Cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, Él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, a fin de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida eterna.

    EVANGELIO

    Los pastores encontraron a María, a José y al recién nacido.

    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   2, 15-20


    Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha anunciado.
    Fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
    Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.


  • PRIMERA LECTURA

    Los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.
    Lectura del libro de Isaías   52, 7-10

    ¡Qué hermosos son sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad, del que proclama la salvación y dice a Sión: ¡Tu Dios reina!
    ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz, gritan todos juntos de alegría, porque ellos ven con sus propios ojos el regreso del Señor a Sión. ¡Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor consuela a su Pueblo, Él redime a Jerusalén!
    El Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.

    SALMO RESPONSORIAL   97, 1-6


    R/. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.
    Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.
    El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel.
    Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.
    Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey.

    SEGUNDA LECTURA

    Dios nos habló por medio de su Hijo.

    Lectura de la carta a los Hebreos   1, 1-6


    Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.
    Él es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser.
    Él sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
    Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia.
    ¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy? ¿Y de qué ángel dijo: Yo seré un padre para él y él será para mí un hijo?
    Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: Que todos los ángeles de Dios lo adoren.

    EVANGELIO

    La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
    + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   1, 1-18


    Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios.
    Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz.
    La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
    Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de Él, al declarar: Este es Aquél del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo.
    De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Dios Hijo único, que está en el seno del Padre.

ADVIENTO