Adviento
Reflexiones
Les presentamos hermosas reflexiones escritas por P. Grostefan en el libro Caminos de Adviento, de Ediciones Du Signe.
Las reflexiones de cada semana tienen un especial énfasis: la primera semana corresponde a la Espera, la segunda a la Confianza, la tercera a la Prisa y la cuarta a la llegada de Cristo.
Primera Semana de Adviento
La Espera Los Cielos Abiertos Un pobre llama y tú lo escuchas. Vas por delante. Tú amor no tiene límites e ignora las fronteras. En la casa del Padre hay un sitio para muchos. Vendrán del este y del oeste, del poniente y del levante, sin tarjeta de invitación y sin reservas, para sentarse a la mesa que tú mismo preparas. Tu gloria será como una bóveda, como un techo de hojas que nos protege del calor del día, de la tempestad y de la lluvia. Sin embargo, lo sé, es verdad, no soy digno de que hagas esto por mí. Todos serán inscritos en Jerusalén y vivirán Isaías 4,3 |
El Día de Dios Todavía un poco de tiempo, un poco de tiempo solamente y el Señor vendrá. Dios será luz para todos, los ciegos lo verán. La guerra, el sufrimiento, el mal, no serán más que un recuerdo y su nombre será borrado del libro de la vida. Todavía un poco de tiempo, un poco de tiempo solamente. ¿A quién temeré? ¿Quién me hará temblar? Salmo, 26,1 |
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La Espera Hay esperas ansiosas, angustiosas que me mantienen despierto y perturban mi sueño. Hay también una espera confiada, serena, en la que cuento los días, las horas, los minutos. Porque sé que viene el amado de mi corazón. Eres tú, Señor, el que espero, serena y gozosamente, No tardes más. Ven. Tengo necesidad de tu presencia. Mi corazón se viste de fiesta sabiendo que vienes ya. ¡Estén despiertos! No conocen el día… Mateo 24, 42 |
El Triunfo del Amor Aquí está nuestro Dios, que viene como lo ha prometido. Que la humanidad entera ocupe su sitio para la fiesta. Que los mudos tomen la palabra, que los cojos abran el baile que los ciegos lean el menú. Que corra el vino en abundancia, como corría ya en las bodas de Caná. Sirvan las mejores carnes, se ha matado el toro cebado. Ha llegado la hora, estamos de fiesta. No habrá últimos ni primeros. Todos serán hermanos hijos e hijas del Rey. Todos saciarán su hambre Mateo 15, 37 |
Segunda Semana de Adviento
La Confianza ¿Cuándo llegará al fin el prometido de Dios? ¿Cuándo llegará el día en que nuestra espera será satisfecha? El lobo convivirá con el cordero, en praderas sin mancha. El leopardo será amigo del cabrito, el cachorro de león con el ternero. El león pacerá con la vaca y la cabra. El niño pequeño jugará con la serpiente y el áspid. El hombre será hermano de su hermano, será de nuevo el paraíso en la tierra. Ven Señor, date prisa. Los campos ya blanquean, la cosecha está próxima. Librará al pobre que súplica, al afligido que no tiene protector. Cuidará del pobre. Salmo 72, 12-13 |
Juan Bautista ¿Cuándo vendrá el prometido por Juan Bautista, el Cordero de Dios, el Elegido? Él había dicho: “No temas, pequeño gusanito, no tengas miedo pobre mortal, yo vengo a socorrerte.” Juan lo señaló delante de sus discípulos más fieles y ellos le siguieron. Juan no era la luz: él era su testigo. Nosotros no somos la luz, sino una pequeña lámpara que ilumina en la espera y en la oración. Abre tu puerta, prepara tu corazón para que, cuando Él venga, te encuentre de pie, preparado para recibirle. La mano del Señor ha hecho todo esto. Isaías 41, 20 |
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Corazón Abierto Vengan a mí, acudan todos. Mi corazón está abierto para recibirlos. Pidan y yo les daré; Llamen a mi puerta que yo les responderé enseguida. Los que sufren, sepan que yo comparto su sufrimiento; Los que lloran, sepan que yo comparto su llanto. Soy humilde de corazón. Si la fatiga les cansa, yo seré su descanso. Tomen mi yugo que es ligero y el peso que les aplasta, Yo le llevaré también. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y lleno de amor. Éxodo 34, 6 |
Que se Haga la Luz Él que había dicho: “Que se haga la luz”; Él que había dicho: “Que haya firmamento” Él que había dicho: “Que las aguas bullan de vida” Él que había dicho: “Que la tierra sea fecunda” Él que había dicho: “Hagamos al hombre y a la mujer” Es el mismo que ha dicho al paralítico que se levante, que tome su camilla y se vaya a su casa. Que su palabra haga estallar en nosotros la vida y habrá luz. Hoy hemos visto… Lc 5, 25 |
Tercera Semana de Adviento
¿Deprisa? Nunca se ha visto a un jardinero jalar una planta para que crezca más deprisa, ni recoger lo que se sembró el día anterior. ¿Por qué esta impaciencia en la espera del Salvador? Él viene, lo ha prometido. Y si todavía tarda, ¿Por qué inquietarse? Él sabe lo que es bueno para nosotros. Aquí está nuestra humilde confianza. ¡Ten valor! Aquí está tu Dios: Él mismo es el que viene. Isaías 35, 4 |
La Nueva Alianza Se cumplieron los tiempos. La Virgen concebirá al hijo de la Promesa. En Nazaret, en Galilea, en el encuentro de las naciones, Dios visita a su pueblo. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Llena de Espíritu María supo decir “sí” a lo imprevisto de Dios. Ella creyó en lo imposible, creyó en lo inesperado, es el comienzo de la alianza nueva. Pueblo de Dios, alégrate, hermano mío, amigo mío, salta de alegría. Llega el Salvador al mundo. Este es el pueblo de los que le buscan Salmo 23, 6 |
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El Magníficat Engrandece mi alma al Señor mi corazón rebosa de alegría. Me has mirado y yo me siento crecer. Derribas a los poderosos y haces callar a los maliciosos. Confías su secreto a los pobres y a los humildes. Lo que escondes a los sabios, lo revelas a los sencillos. Finalmente se cumple la promesa hecha en otro tiempo a nuestros padres. Abraham se alegra con los suyos viendo que ha llegado el día. Levanta al pobre para que se siente y reciba el trono de gloria. 1 Samuel 2,8 |
Oración Ven Señor y sálvanos. Los hambrientos están aquí, vienen de todos los rincones del mundo. Recíbelos, sacia su hambre, Señor, sé para ellos un buen prójimo. Ven Señor y sálvanos. Da luz a los ciegos, levanta a los agobiados. Eres el amigo de los justos y de los pecadores. Ven Señor y sálvanos. Recibe como huéspedes a los extranjeros, acompaña a los que viven solos. Tú eres el hermano de los huérfanos y el Salvador de los hombres. Ven Señor y sálvanos. ¡Qué estén alegres! ¡Que goce y florezca…que exulte y grite de alegría! Isaías 35, 10 |
Cuarta Semana de Adviento
Cuarta Semana de Adviento Ya está aquí Ya viene el Mesías, el Señor, promesa cumplida de Dios. Llega la plenitud de los tiempos. Dios nos envía a su Hijo. El Señor dice a mi Señor: “Yo te he engendrado hoy” Aquí está la Nueva Alianza en la que Dios será el Padre de todos; y nosotros seremos sus hijos. Así es la ternura del corazón de Dios que guía nuestros pasos cada día por caminos de paz. “Ha suscitado una fuerza” Lc 1, 69 |
Toquen los Instrumentos Bendito sea el Señor, Dios de Israel y Dios del mundo en estos días de Navidad en que quiere permanecer entre nosotros. A lo largo de la historia, ha mostrado su ternura y nunca ha olvidado la alianza que pactó. El corazón de Dios está abierto a los que viven en el temor y titubean en la noche: Él les muestra el camino. Bendito sea Juan, tu enviado que prepara tu venida. Benditas sean las mujeres y los hombres que nos abren el camino. Bendito sea el Señor que ha suscitado una fuerza que nos salva Lc 1, 68-69 |
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Oh Oh sabiduría salida de la boca de Dios, Palabra hecha carne como nosotros, ¡ven! Oh guía de Israel, zarza ardiente, nube de fuego, ¡ven! Oh raíz de Jesé, hijo de David, de Belén, ¡ven! Oh llave de David, puerta abierta a Dios, ¡ven! Oh sol naciente esplendor del Padre, resplandor de su rostro, ¡ven! Oh Rey del Universo, piedra angular de la Iglesia, ¡ven! Oh Emmanuel, Dios con nosotros, Dios en nosotros ¡ven! Se proclama su nombre: “Maravilloso-Consejero, Dios Fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la Paz” Isaías 9, 5 |
Adviento