Navidad
Navidad 2007
Navidad para niños

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Novena del Niño Jesús
22 de diciembre
Esperando al niño con María y José

Canto de inicio.

Papá o mamá: Ya tenemos todas las figuras en el pesebre, sólo falta Jesús que lo traeremos a la vuelta de la Misa el día 24. Todo el mundo lo espera, todo nuestro alrededor nos habla de la venida del Salvador. Sin embargo hay algo que a José y María no les gusta ver: Es que en estos días la gente corre comprando cosas y más cosas, y haciendo filas en los bancos para retirar dinero para los regalos. Hay tanto revuelo por todos lados que se les olvida que la Navidad no es la fiesta del Viejo Pascuero, ni de los regalos sino que celebramos a Jesús y recordamos lo que sucedió hace más de 2000 años en el pueblo de Belén.

Oración : Perdón Señor por haber olvidado la razón por la que celebramos Navidad.

Perdón Señor, por no preocuparnos de los más pobres que pasan Navidad tristes sin amigos, sin cenas y sin trabajo.

Momento del cuento: Carta de un niño pobre para el Niño Dios.
Eliana Araneda A.

Querido Niño Dios: Me gustó mucho escuchar la historia de tu nacimiento, que nos contó la profesora esta mañana ¿sabes por qué?. Descubrí que tú y yo en algo nos parecemos. Tú naciste estando tus padres de viaje, yo nací un día en que mi mamá iba a lavar a la casa de una familia del barrio alto; era su último día de trabajo. Tú naciste en un establo, yo, en la parte de atrás del bus donde viajaba mi madre. Tus papás no encontraron un hotel, ni una casa donde alojarse, mi mamá nunca ha estado en un hotel ni tampoco en una clínica. Creo que en tu nacimiento no hubo médicos ni enfermeras, en el mío tampoco, sólo un carabinero buena persona y una paquita que fue muy amorosa con mi mamá. María te envolvió en pañales y en paja para calentarte, a mí me envolvieron en una toalla usada que había en el retén. Y claro, en las comisarías no tiene por qué haber un stock de pañales.

Dicen que apenas asomaste al mundo, unos pastores que cuidaban sus rebaños en el cerro, se encargaron de hacer correr la noticia por el pueblo, y luego volaron a conocerte y te llevaron huevitos y corderos de regalo. En mi población, apenas nací, también las comadres se encargaron de dar la noticia por el barrio y unas cuantas vecinas me llevaron tortillas de rescoldo y bolsitas de té. En realidad los regalos que llevaron eran más bien para mi mamá.

Tú causaste una gran alegría a tus padres cuando naciste, yo también. Siempre me han contado que mi papá se atrevió a pedirle a sus jefes un día libre para ayudar a mi mamá y mi mamá estaba tan sonriente que todo el mundo le dijo que se veía más linda que nunca, con su pelo negro y sus ojos claros.

Claro que si, nos parecemos en muchas cosas, ahora estoy pensando en que hubo grandes diferencias entre tú y yo. En mi nacimiento no asomaron coros de ángeles en el cielo, tampoco vinieron reyes a mi casa con regalos de esos que te hicieron a ti. Nunca he visto ni siquiera un anillo de oro y tampoco frascos de perfume en mi casa. Mi familia es pobre como la tuya, el dinero es poco como para darse esos gustos. Dicen que la gente y hasta los reyes que viajaron de muy lejos para conocerte se arrodillaron delante de ti cuando te vieron, y te hicieron reverencias de esas que se les hacen sólo a los príncipes.

Y a propósito de reyes y príncipes, ahora sé que tú eres Príncipe de la Paz, te conocen en todo el mundo y delante de ti se arrodillan ricos y pobres, reyes, Papas, emperadores, duques, princesas, presidentes de las naciones y toda clase de personas. Y por favor no te rías a mi también me dicen “príncipe”: mi papá y mi mamá.

Te quiero pedir un solo regalo para mí en esta Navidad: que encuentres a una persona de buen corazón que me regale una caja de herramientas para aprender el oficio de carpintero. También me quiero parecer a ti en esto de la carpintería. Los otros regalos que me atrevo a pedirte son para mi familia: para mi papá que pueda llegar más temprano a casa, para mi mamá que siga siendo buena y bonita como cuando nací y para mi hermanita Natalia que se mejore de su pulmón.

¡Cómo me gustaría jugar contigo al volantín o al trompo!

AMIGO JESÚS te mando cien carros de besos. Pablito

Comentamos el cuento.
¿Qué les ha parecido?. ¿Qué les llamó la atención?. ¿Algo nuevo en la relación al día anterior?.

Rezamos un Avemaría tomados de la mano pidiendo por los niños que nacen enfermos, los niños que no tiene mamá ni papá, que no conocen a Jesús.

Se ponen villancicos para dar ambiente navideño.


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