Maringwe 34, Mozamchile
Maringwe y Beira, 13 de febrero de 2015
Queridos amigos y amigas:
"Vamos, Roberto, a tomar café juntos y a comer la xima cocinada por nosotros, los jóvenes de Emaús"; así terminaba la cartita de bienvenida que encontré junto a mi cama cuando regresé de noche a mi cuarto de Maringwe después de 3 semanas de vacaciones… me emocionaron estos cabros… Qué saben ellos de teología..?!, pero se referían a nuestra Eucaristía de todos los días cuando se comparte la vida con sus bellezas, trabajos, negocios, conversas y penas.
Como cada final de año, estaba horrorosamente cansado y los que me regalaron el pasaje me ofrecieron dos días completos de esperas en aeropuertos para sacudirme bien las preocupaciones de Maringwe (un clavo saca otro clavo). El encuentro con mis hermanas y sobrinos fue la raja. No paramos de reírnos juntos y tuvimos un vituperio con los vecinos de nuestra calle Lastarria, convertida ahora en callecita de restoranes y vinerías. Pero permanecen ahí mismo fieles a esa calle 'el anticristo' con su falda y su pañuelo y nuestro poeta Homero. Es muy bueno juntarse los del barrio! Noté que después de 17 años fuera, creo que es la primera vez que no escucho a mi gente andar reclamando por esto y lo otro… Tal vez fuese el tiempo de verano o darse cuenta de que en muchas partes del planeta la realidad es bastante peor. Noté a la gente muchísimo más amable en Chile (salvo uno que no me quiso recibir en la parroquia). Me impresionó la riqueza y cantidad de recursos que tenemos en el país, y también la generosa disposición de estirar esos bienes para África. Anima ver la voluntad de cooperar, la percepción de que dar mejora la vida; es como dedicar tiempo a bailar o a rezar… tal vez nada "útil" o "productivo" pero que dan color y belleza a los días. Vi también corazones, palabras y vidas que buscan contenidos y profundidad. Agua que llora ser vino.
De lo mejor que viví esos días fue un domingo en Isla de Maipo, día que ninguno quería que terminara… Nos juntamos el 'grupo juvenil' del año '89. A almorzar, reírnos, contarnos y guitarrear. Todo el día, hasta la noche. Con los cabroschicos dando vueltas por ahí, con los hijos en la mesa y la presencia de los ausentes. Hasta hubo una mocosa que nos brindó una pieza de Vivaldi en violín!! En Isla de Maipo. Todos éramos unos agradecidos y admiradores de Don Benja. Todos devotos de la Virgen de La Merced, patrona de la Isla de Maipo. Es muy bueno sentirse en familia… En Peñalolén me pasó lo mismo en la misa y en la casa de Juan. Con presencia de varias generaciones. Desde la Magaly hasta el chaguito de la Ketu. Somos tanta gente la que estamos en Mozambique!!
Encontré a Chile metido en las discusiones sobre el aborto. En 2014 dos de nuestras chicas becadas se hicieron uno. Su motivo fue porque querían seguir estudiando. La sociedad en Mozambique, y menos en Maringwe, no es católica, conservadora ni pacata. El aborto es una alternativa considerada por las niñas que quedan inconvenientemente embarazadas. Pero a una de las chicas el hecho le cambió la cara, hacía esfuerzos por sonreír como antes, noté eso antes de saber lo que le pasaba. Se le marcó la pena en los ojos… La otra estuvo dos meses y medio metida en su choza sin salir fuera. Hace unos días me decía que quería irse del pueblo porque tenía mucha vergüenza… A mí me da urticaria escuchar histéricos 'defensores de la vida' contra el aborto, a los que los desaparecidos (por supuesto todos 'hijos nacidos' y, muchos de ellos, padres de hijos nacidos -como el mío), no les hace abrir la boca para nada, y otorgan su silencio sosteniendo la mirada. Por supuesto que son situaciones con circunstancias disímiles, pero con resultados idénticos. Y algunos de esos histérico defensores no tienen hijos ni vida sexual activa. Aparecen como patéticamente desesperados e hipócritas. Como aquellos proselitistas que persiguen convertir pecadores para luego excomulgarlos. Pero a mí me impresionan esas dos chiquillas nuestras… Desde mis años en Chile puedo testimoniar del pedacito de corazón de mujer que sale con un aborto. Las heridas de las mamás y esposas de los desaparecidos gotean dolor… aquel dolor que hace valorizar la vida, toda la vida. Pienso que un aborto provoca las mismas goteras. Yo creo en la vida y su fuerza, muchísimas veces vida dolorosa, aporreada y pobre, como en Maringwe, pero bella.
Muchos hemos vivido el sufrimiento de un embarazo no deseado, en el que a la mayoría de los afectados, incluyendo papás, abuelos y hermanos ofendidos termina cayéndoseles la baba por el crío recién nacido. Y también he palpado el sufrimiento de un aborto que impidió la presencia de un niño. Por eso entiendo el deseo de despenalizar… Las penas ya las impone la muerte. No concuerdo con el aborto, porque significa un dolor inhumano, como el de los desaparecidos.
Volví a Maringwe y sus calores horrorosos, casi insoportables que no te dejan dormir en la noche. Aparte que afuera llueve y en mi cama hay gotera… tengo que dormir con un tarro en la mano… En la mañana uno empieza a transpirar a las 7 y no para ya más. Todo lo que haya que escribirse debe hacerse en la mañana porque después uno moja el papel o el teclado y por supuesto la mesa con los brazos. También supe que ahora hay posiciones militares en Canxixe y Senga-Senga. Tensa calma… Encontré a Arón perplejo porque después de 9 meses entre nosotros, trabajando en nuestros programas y en el hospital, ya tenía que volverse a Chile. Andaba con la cara entre paréntesis el pobre… Yo creo que no es tanto por 'lo que pueda ayudar' que a muchos de nuestros amigos les ha gustado aquí, sino más bien por el estilo de vida; menos cemento, semáforos, televisión y carretes. A mí también me gusta así. Pero ahora andamos de nuevo preocupados de los cuadernos, matrículas, uniformes y becas universitarias. Hoy es Santa Beatriz y a mí por la Beatriz de Maringwe se me cae la baba a chorros. En este minuto va en chapa camino de Cuamba, como a 2.000 kms. de aquí, donde espera estudiar Agronomía la pendex. Este año tenemos 7 becados en la universidad y se titulan Severino y la Olimpia. Martinho se cambió de carrera porque no se la pudo con Medicina. Los escolares son 15. Al tractor hay que comprarle un rodamiento porque se hizo pebre el antiguo. Diez sacos de cemento pa' la casa de Calisto que va viento en popa con Javier como jefe de obra. Tarritos de pintura, cuerda y una pelota pa' la brincaescoliña, además de pasar a buscar el baúl de la Seravia y un pasto que crece alto para el forraje de los cabritos… Yá!, hay mucho que hacer, los dejo y recen por nosotros. Y pa' que haya otro cura que quiera venirse a vivir el Evangelio en Maringwe.
Que Diosito que trabaja y hace vacaciones, bendiga nuestros pasos, pensamientos y corazones, amén.
Kwenda
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