Maringwe 33, pai Buleza

Maringwe, 28 de Octubre de 2014

Muy queridos hermanos y hermanas:

Aunque nadie lo decía, en las miradas y tonos de la voz se nos notaba…; desde diciembre hasta abril era como estar viviendo con la hna Muerte en casa. Que pai Buleza amaneciera muerto o se escuchara su último estertor en cualquier momento, hubiera sido una gran pena aunque no sorpresa. Anita María ejerció como ‘acompañante de la buena muerte’ mientras estuvo cerca. Todo el mundo lo sabía y los del barrio pensaban que teníamos algo así como una momia en casa (…La Pelá..). En vacaciones sus hijos vinieron y conversaban tirándose tallas entre ellos en su pieza, discutían y se reían. A Mirella y Teresita les dio por ir todos los días a cantarle rancheras (“…y yo sigo siendo el reeeyyy”).  Su yerno Pedro con toda paciencia le curaba las escaras, lo mismo que hicieran Tuti, Alejandro y Claudia, Denise y Oliva después, Arón y pai Agusto lo mismo. A mí los enfermos me enferman, me bajonean de una… apenas pasaba y lo saludaba; le contaba de donde venía llegando y a dónde iba. La cosa es que el mes pasado sentí una ovación y salí al patio donde las chiquillas y los chicos aplaudían a pai Buleza que iba dando una vuelta al patio… caminando!!! Y sonreía. Y se puso a conversar, y hablaba por teléfono con sus hijos y se le entendía clarito. La semana siguiente emprendió un amago de trote con pai Agusto como DT animándolo entre las risas y aplausos. Se pasó… no sé quién pero se pasó..! (Dios, el Espíritu Santo, pai Agusto o entre todos). El DT no quiere que se sepa afuera de casa y pai Buleza sigue como ‘concentrado’ antes del debut… Quién se lo podría haber imaginado…! Pai Buleza trotando…!! Así nomacito son los milagros y… aunque parezca un poco canuto, parece que de verdad el amor, la esperanza y la fe son terapéuticos: la mejor terapia. Que no nos falte ninguna en la sopa diaria.



      


Este año hemos recibido 15 huéspedes en la Misión, que han venido por distintos periodos de tiempo. El viernes tuvimos cena de despedida a Mirella y Teresita con puré de papas… cosa nunca vista por aquí. Escuché a más de alguien decir como crítica que nuestros programas dependían de la buena voluntad de los cooperantes… y es verdad porque más o menos somos tipo arpillera de parches pues no tenemos tanta gente estable aquí que pueda ayudar a sostenerlos todos, y el Espíritu Santo vive haciendo figuritas con nosotros... Pero igual la gente de Maringwe va aprendiendo y asumiendo las responsabilidades. Una cosa entretenida es que cada quien que viene hace su aporte creativo y modifica mejorando en algo nuestra vida. Uno de los últimos inventos es las ‘papas enriquecidas’ para recuperar a los niños desnutridos; Marta (17) y Paula (13), junto con Mai Lurdes aprendieron a prepararla y en estos momentos que escribo se la están dando al segundo grupo de niños desnutridos. Arón dice que funcionan como un equipo muy afiatado y responsable.  También hoy comenzamos con los trabajos de sondaje para cavar un pozo de agua, hace rato ya financiado por Steffano y niños italianos, en un sitio donde Raimundo, Gaspar y yo mismo detectamos la presencia de agua en marzo con el viejo método del palito. Anteayer fuimos con Javier a pedir prestado el aparejo a Beira, y Dios quiera que encontremos agua… Sería un antiguo sueño. En septiembre vino a visitarnos el muy buen amigo Manuel instándonos a que redactemos algún proyecto para ser presentado a ‘África Directo’. Estudiaremos la limpieza del antiguo pozo de agua con molino de viento que sirvió por 11 años antes de entupirse y ahora parece un monumento al Quijote. El agua es un tema que a muchos nos pasa desapercibido y apenas lo vinculamos con agua mineral y piscinas, pero que quienes han pasado por aquí lo vivieron relacionado con trabajo, especialmente de las mujeres y los niños…



             

               

Quedamos con la boca abierta de cómo en el hospital han recibido a los 4 médicos chilenos que vinieron; Habitualmente requieren un papeleo imposible de convalidación de títulos, permisos, reasons why, etc. Pero en este caso prácticamente han tomado cuenta del hospital, haciendo no sólo consulta sino que también Internando gente, pasando visita y dando altas. Participaron activamente en las charlas semanales de formación permanente del personal. Además se esfuerzan seriamente por estudiar la materia médica y comunicarse siempre en portugués. Han sido un tremendo equipo… de lujo.


          



Nuestro Programa Filandia, el de la leche de cabrito, va viento en popa; hemos organizado una ‘escuela de pastores’ con dos periodos de una semana de ‘internado’ para cada uno; algunos vienen desde 80 y 100 kms de distancia. A mediados de enero todos habrán pasado sus dos semanas de aprendizaje. Esta leche es algo nuevo para la gente y los que la han probado, aunque con recelo al comienzo, terminan por gustarla. Pasa con ella lo que pasó con las verduras en los años después de la guerra; sólo después de larga insistencia aprendieron a comerlas con disfrute (la razón es que durante la guerra se perdieron las semillas y no había espacio ni tiempo en los campos para cultivarlas). Pero ninguno de los que leen esta carta ha crecido sin saber lo que es una verdura ni la leche… Es tanta la distancia de vida y experiencia, de sabidurías y expectativas entre nuestras vidas diferentes, que me admira que haya gente que con mucha liviandad se refiera a África y su gente dando explicaciones y hasta sugerencias para ‘corregir’ aquello que apenas logramos entender. Dice El Principito que cuando el Misterio es demasiado grande es imposible desobedecer. Pero hay gente que se niega rotundamente a aceptar que el hombre, las familias y los pueblos guardamos un alma, un Misterio hondo, hermoso y respetable, al que hay que simplemente obedecer con la obediencia del amor.

Y a propósito de obediencia, experiencia, de corregir y de amar… el Antonio, el chico de 9 años que vive con nosotros ya nos tiene a todos verdes… con ojos y orejas saltones. Un pinganilla de fina selección. Lo bueno es que, después de una larga guerra va a la Escuela feliz… pero en los días feriados… suele aparecer alguien en casa a contarnos “lo que está haciendo el Bebe”. Lo peor es cuando vienen en patota  o lo traen de un ala reclamando que ya completó su numerito… Como tiene lo que nunca soñó, se cree simplemente dueño del pueblo y rey de todo. Hace dos semanas le echó tierra a la comida de uno, anteayer le sacó y perdió la batería del celular de otra… El Manuel Buleza fue más o menos así y ahora es un ejemplo en el internado de Gorongosa. Ser papá en esta vida es uno de los mejores títulos, ejercicios y honras.



Llegó acá Javier y se encontró con que Calisto ha difundido por Maringwe la técnica de construcción que aprendió en Chile… pero todavía no tiene su propia casa. Haremos una colecta con los amigos que saben lo que es el barro y le queremos ayudar a construir su casa. Pagará con trabajo y mejorará en algo su ánimo que anda siempre por los suelos.

Termino la carta en la comunidad de Nyamakala, donde llegamos desde Nyamitui y antes de irnos a Djo-djo. Qué capacidades de alegría y de inventar con gracia danzas y canto nuevos…! Nosotros ansiosos buscamos con el selector de canales lo que Dios da a los pobres en cuanto se ponen a tocar un batuke. Como viven con generosidad, reciben generosamente. Que pidamos la bendición de aprender a vivir… a vivir… a vivir con generosidades.


Kwenda

 

 

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