Maringwe 27, "algo nuevo"
Beira 29 de noviembre de 2012
Queridos amigos y amigas:
En mi última carta contaba la desazón que me produjo encontrar que en Nyabía sólo había una persona que leía: un viejo que ahora no veía bien… Dije “He renunciado al sueño de tener un tractor y hemos destinado esos ahorros a becas de estudio. Ese será nuestro tractor ahora, el que tire pa’elante a África”. Ahí quedó botado, o más bien reconvertido nuestro sueño de años de tener un tractor en la Misión. Pero parece que ese anhelo era compartido por Diosito también. Al tiempo me llegó una breve nota, ‘padre… ¿Cuánto vale un tractor?’ – bueno, mucho, le dije yo, más que la estrellita roja de las gallinas. Pero cuanto pues. Me puse a preguntar, tipo pelusa indagando cuanto vale la entrada al casino… La cosa es que… NOS REGALARON UN TRACTOR !!! No lo puedo creer… con acoplado y discos de arar… completo..! Verde… bonito. Hubo problemas con la transferencia de plata, después que tractores no había, que venían por barco pero ya van a llegar… Entre medio el Mariano le puso petróleo mezclado con agua a la camioneta y se echó así la bomba inyectora y quedamos a pata… Luego que el banco, los cheques… puuufff!! No conocía yo los meandros de las lucas. La cosa es que esta semana terminaremos de pagar el acoplado y los discos, lo mandamos todo a Gorongosa para que allá les enseñen a manejarlos a pai Chico, a Polito Mikayo y a Pedro José, nuestro elenco estrella. Ha sido un regalazo, espero que cambie, que mejore la vida de muchas familias. Dios te sorprende inaugurando lo nuevo todo el tiempo.
Me tocaba visita a Chionde y llevaba yo una buena noticia para la familia Kamangira: había posibilidades de que su hija Dorca estudiara en Beira…; Bajón. A Dorca, de 15 años la habían casado recién con un vecino… El encuentro con la comunidad, la homilía en la Misa, las conversas del almuerzo y del camino las dediqué todas a pregonar los beneficios de estudiar, especialmente de las niñas que son las mamás de un pueblo: niña que estudia es el pueblo que aprende. Pero igual esto me tuvo pa’dentro como dos semanas. Pai Kamangira es catequista de la comunidad…!! Cómo hace eso..?? La fuerza de la costumbre, la falta de esperanzas de otra vida (¿mejor…? –eso ya es otro cuento). Pensé que nuestro tractor ya tenía nombre: “Escuela” (Xikola) y diseñamos con el equipo-tractor un plan de rebajas en la tasa de uso a las familias que tuvieran hijas de 7º año pa’rriba. Además de destinar el 25% de las utilidades en pagar becas de estudio. También los monógamos tendrán rebajas. Creo que lo que hizo esa familia chilena (que en realidad ni conozco aun) que nos regaló un tractor es vivir la comunión, darle sentido y verdad a la Eucaristía, y eso es un modo de ‘conocer’ a Dios, a la comunidad y el propio misterio interior. Está bien que el tractor no sólo esté en la línea del alimento, sino de la comunión y del conocimiento.
Nuestra Misión ha crecido mucho. De repente me entró el insomnio de las preocupaciones de cómo vamos a seguir pagando, de que estamos gastando más de lo que gotea… insomnio, estruje de cabeza, qué hacer? Me decidí por escribirles a aquellos entre quienes nos conocemos de chicos, de penecas del colegio. Así en la aldea de Nyankhone les hice una primera carta. Eso fue en invierno. Vamos para el cuarto mes de que el curso abre su patio hasta África, se hacen presente acá y sin fallar. Es tremendo de emocionante. Fue con ellos, en 3º básico que escuché por primera vez “Duerme, duerme, negrito…” cuando el profesor Patricio Copier lo puso en un tocadiscos y nos preguntaba qué significaban las palabras e imágenes de esa canción. Muchas veces he pensado que ahí, en esa sala, ese día comenzó mi vocación misionera. Ese curso y los que fueron llegando hacemos una familia, nuestro ‘nosotros’ que extendemos a Maringwe, es lo que le da sentido y verdad a las Misas del colegio, a las comuniones de los domingos y de los matrimonios.
Veníamos de vuelta de vacaciones en la camioneta y comenzó una discusión entre los chiquillos: si Jesús era negro o era blanco. Estefane decía que estaba claro que era blanco, porque si no nos hubiera ayudado a nosotros y los negros no la pasaríamos tan mal. Olimpia decía que Jesús era negro, porque es pobre, como yo. A mí se me caían las lágrimas y le dio tema a mi corazón para rato.
Arlette desde chica, como mucha otra gente, había querido venir a África. Y esperó años para mirar aquí en África ese sueño que ya era una realidad en su corazón. Cuando llegó a Maringwe en mayo dijo “es como si de mucho antes hubiera estado acá”. Y comenzó inmediatamente a levantarse a las 4 de la mañana para preparar la comida de la Brincaescolinha que había inventado Claudia, otra que soñaba y hablaba de África desde chica en la casa y en el colegio. Seis meses estuvo con nosotros Arlette. Hizo muchísimo, se lo vivía a concho cada día. Se puso a llorar cuando vio que le faltaba el último mes, ‘los descuentos’ dijo. Con ella, en la aldea de Mpalame comenzamos a diseñar el programa de formación de universitarios ‘Além de nós’. Organizó nuestra Biblioteca con un equipo de estrellas locales que fueron implementando perfectamente el código de referencias Dewey, cómo tratar y catalogar los libros, su orden y uso. Estoy muy admirado. Con su paciencia y aliento Arlette los organiza a todos haciéndolos entender y gustar del trabajo. Les aseguro que eso no es para nada fácil. Entusiasmarse y soñar, hasta preparar un proyecto no cuesta mucho. La persistencia, el arte de ir llevándolo a realidad… es otra cosa, amigo, es una Gracia. Ella marcó su presencia en la Misión.
En estos años que llevo en Maringwe muchiiisima gente me ha escrito diciendo que quieren venir, que está todo listo… nada. La mayoría de ellos terminan yendo donde no falte la mayonesa en la mesa ni carros con aire acondicionado. ‘No es por eso’, ‘y qué tiene’? pueden decir, pero creo que eso es todavía mirar para acá desde la orilla de allá del Mapocho. La idea es cruzar, hacerse vecino aquí. Aprender que cl y mz son letras de un mismo alfabeto… que sin ellas quedamos sin palabras, sin poesía, sin cuento… iterando en una sola letra; asistiendo siempre a la misma farándula con los hijos de aquellos payasos que nos hicieron llorar hace tiempo. Hay que apagar la tele, salir y recorrer la casa sin miedo.
Uno de esos penecas de la foto de curso es ahora rector de la Universidad Católica. Y ha convidado al rector de la Universidad Católica de Mozambique a visitarlos y hacer convenios de cooperación. Espero con el alma que no arruguemos en la generosidad, que nuestros cálculos sean los de aquella mujer admirada por Jesús, que daba no de lo que le sobraba sino “de lo que tenía para vivir”. Pienso que no es esperar mucho, sino lo justo, la Comunión. La Eucaristía con sentido. Visitarán los de Mozambique otras 5 universidades católicas chilenas y estamos con los nervios de punta pa’ que resulte todo bien. Llegan a Santiago la primera semana de diciembre. Hagamos fuerza, estoy contento, algo nuevo está naciendo…
Un abrazo
Kwenda
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