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Beira

Beira, Mozambique, 19 de marzo de 2003

Queridos hermanos y hermanitas:

Comí lentejas, me puse chalas y celebré la Misa en la cárcel de Beira, donde los presos rezaban por la paz en el mundo. Y es un buen comienzo, porque una tradición familiar sostenida por mi abuelita nos hacía comer unas cucharadas de lentejas al comienzo de cada año “para la buena fortuna”; las chalas me acercan a la libertad y la suerte de los pobres, y porque creo que la oración hecha desde la cárcel tiene un eco especial en el corazón de Dios, porque le suena a voz de su Hijo Jesús.

Estoy de vuelta en mi querida Tierra Negra, recibido con la acogedora alegría africana y su solidaridad que no se oxida. A la cola del mundo. La primera noticia que recibí de Africa fue antes de llegar aquí, mientras estaba de visita en casa de mi hermana Magina, su esposo Bill y la pequeña y dulce Ambar: en Maringwe había epidemia de cólera con 230 infectados, según el registro del hospital, y ya 10 muertos. Aquí en Beira hay una epidemia de conjuntivitis que tiene a medio mundo con los ojos enrojecidos. También supe, con inmensa pena, de la muerte del hermano de Joaquim, Carlos Domluis, el joven ayudante de ‘Español’ (así se llama) nuestro viejo mecánico de la Misión de Inhaminga. Murió poco tiempodespués que salí para Chile. Lo despedí radiante de alegría luego de sacar por fin su licencia de conducir, después de tres meses de clases y de pagar muy caro (2.500.000 meticais). También murió el 4 de octubre, en medio de la fiesta nacional de los 10 años de paz, la joven hermana Felipa, diocesana que no cumplió un mes de estreno de su curso de enfermera. La vida es tremendamente frágil aquí. Africa vive y sobrevive con las ayudas del 0,22% del Producto Interno Bruto de los países donantes, un 10% de lo que se necesita para una real solidaridad, y no sólo parchadores de conciencia. Africa, como todos los pobres, ya está acostumbrada a oir demasiadas palabras y propuestas de parte del rico en ingenioso Epulón. Ayer me encontré a Zito que se me acercó corriendo a saludarme, y de quien escribía en julio del 2001:

Hoy mismo en plena calle se me acercó un niño super vivaracho " ¡ Hola Padre ! ...no se acuerda de mí ? " -yo no me acordaba de haberlo visto ni en una foto-, y me hablaba y me hablaba diciéndome que puro quería estudiar y que estaba cansado de andar a pata pelá en la calle pidiendo plata, porque hasta sabía leer y empezó a leerme los letreros comerciales, porque decía que después se iba a cansar de pedir e iba a comenzar a robar no más y sabía que eso era malo pero era la vida de la calle y él quería ir a la escuela. Se llamaba Zito. Tenía los pies heridos y decía que tenía 15 años pero no medía más de 1 metro 20. Anduvimos cuadras dando vuelta buscando el diario de hoy, y a mí me daban ganas de llevarlo a Marromeu, pero sabía que en Inhaminga mismo está lleno de chiquillos que quieren estudiar, y ya tenemos 15 viviendo en la casa parroquial de Marromeu. Le ofrecí un yogurth y me dijo que no, que mejor quería almorzar y que el almuerzo en el mercado costaba 10 contos (320 pesos). Se los dí. Pero con unas ganas locas de poderle ofrecer algo más que el almuerzo de un día.

Esta es la vida cotidiana de cada paso y de cada hora en Mozambique. A ver si estiramos el cariño y la mirada: estamos cerca. Es uno de los desafíos de nuestra Misión desde Chile. En cuanto a nosotros, ya tuvimos la primera emergencia: al día siguiente de llegar a Beira, trajeron de urgencia a la hna. Matilda, afectada de una malaria resistente y de fiebre tifoidea. Está internada en el hospital y esperamos a su recuperación para irnos a Maringwe. Espero llevarme una bicicleta, porque he vuelto a la pobreza diocesana, agradecido de mi experiencia entre los ss.cc., vivir un poco de su rica espiritualidad de ser ‘personas con corazón’, y dispuesto ahora a vivir más de cerca la espiritualidad de la cercanía al Espíritu Santo que nos llama y envía. Y más desafiado ahora también por la tarea de que nuestra Iglesia en Chile devuelva la mano cooperando solidariamente con otras Iglesia más pobres. Es una opción que tiene consecuencias tan felices como costosas. A mi vuelta a Peñalolén no encontré a mi hermano Galo en la parroquia, pero también me encontré con que habían desaparecido (en la basura?) las dos cajas en las que guardaba lo que me quedaba en Chile, ...manos grises que desconozco pero de las que sé que nunca tendrán amigos. Ahí estaban mis cuadernos, cartas muy queridas y fotografías. Liberación que agradezco porque me hace más pobre, pero que no deja de doler por las oscuras intenciones que se adivinan cerca. En fin, ...es la vida.

Beira, 25 de marzo de 2003, en la Fiesta de la Anunciación a María de Nazareth

Una de las alegrías grandes en Chile fue encontrarme con Sergio Lorenzini, Angel Leiva y Marco Henríquez. Coincidimos los 4 de vacaciones en la patria. Recuerdo que en el Seminario hablábamos de la Misión; Sergio y yo decíamos que queríamos ir a Africa, Angelito soñaba con Cuba y Marco hablaba de Pakistán. Ahora, 16 años después, cada uno había llegado del lugar con el que soñaba, ...heeeepa!!! Grande alegría es la nuestra..!! Hay que puro atreverse a soñar y a inventar caminos en la vida. Sin miedo. Perdiendo lo que se tiene y ganando lo que no se ve.

Ahora hace una semana estoy en la residencia del Arzobispo Don Jaime, un vetusto y antiguo edificio que refleja muy bien la pobreza de la diócesis. Por ejemplo, en esta semana no ha habido el famoso sucedáneo del café, ‘Ricoffy’ para la mesa. Es que por aquí se vive alegremente en Cuaresma toda la vida. Ayer me contaba Don Jaime que el Administrador Distrital de Maringwe le pedía por favor el envío de un párroco “porque cuando tengamos un padre entre nosotros entonces la gente va a tener confianza en el futuro”. Me emociona y me compromete ese pedido por parte de la autoridad de Gobierno. Maringwe fue un centro emblemático de la resistencia guerrillera de la RENAMO al gobierno marxista de la FRELIMO, durante 17 años de guerra civil. Todavía se mantienen algunas ‘bases’ seudo-militares, de las que nadie parece tener algún indicio. Lo que sí es verdadero es su estado de abandono por parte de las autoridades de gobierno. Ponen trabas y problemas a todo lo que pueda significar desarrollo social en la zona. En esto las 4 monjas que en el año ’99 llegaron allá, están jugando un papel crucial. Pareciera ser que ellas sí han conseguido tener la confianza del gobierno, y nuestra parroquia podría ser un lugar de desarrollo de programas sociales que después pueden ir independizándose. De hecho Rosalia está ya trabajando como enfermera contratada en el hospital y Mónica está a cargo de promover programas de alfabetización de adultos, sostenidos por ayudas exteriores, pero desarrollados a través del gobierno. Hay espacio y ganas para inventar y dejar huellas en este barro de Africa, donde se cocina una vida antigua y nueva al mismo tiempo. Incluso en esta noche citadina de Beira se escuchan los eternos tambores de Africa.

Para esto una idea que nació en Chile es la “Fundación Mozambique”. Aunque no fue iniciativa mía la he asumido ‘con tutti’ porque yo creo que surgió como por contagio (o por cansancio), de tanto hablar y mostrar fotos de este lejano y pobre país que está entre los 10 más pobres del mundo y que han visitado algunos de mis amigos. Además de que acogió en su momento a más de 2.000 chilenos y chilenas. La Fundación es de un grupo de jóvenes profesionales con la idea de internacionalizar la solidaridad. De extender la Comunión y el compromiso. Hay que dejar de una vez por todas de mirarse el ombligo. Tenemos por el momento 3 planes y muchos sueños. Se los presento a ver si se entusiasman y participan también:

1) Exposición itinerante de fotografías de Mozambique. Se trata de presentar Mozambique a Chile, decir que MOZAMBIQUE EXISTE. Acercarlo a los niños, a los jóvenes, a la gente universitaria y de las calles. Necesitamos contactos con espacios en que podamos presentar la exposición.

2) Visita de nuestro Arzobispo de Beira a Chile. La idea es de que veamos y escuchemos a un Pastor del pueblo en estos lugares. Oír su historia, su testimonio. Que ha tenido que administrar la Confirmación escondido en una choza. Saber por sus gestos y palabras de la situación de nuestros hermanos aquí. Que lo conozcamos y que nos conozca. Recibirlo para que nos reciba.

3) Un programa de cooperación permanente en el ámbito agrícola. Creo que la agricultura es un ámbito más fácil para comenzar una cooperación que puede seguir en la salud y en la educación, que están también integrados en el proyecto: Mejorar la dieta alimenticia, mejorar las técnicas de cultivo. Esto se realizaría con ingenieros agrónomos y con la Universidad Católica de Chile. Pero es el plan para el cual más financiamiento necesitamos: construir casas de acogimiento. Comprar equipamiento, tener un vehículo, un computador para guardar y trabajar datos, dinero de subsidio y manutención, seguros de salud, etc. San Carlos Lwanga era mayordomo de la casa real del rey. Entonces le vamos a pedir sus buenos oficios de administrador para que con la ayuda de ustedes podemos ir logrando estos planes y otros sueños.

P
ara todo esto y para apoyar la Misión, logramos conseguir una cuenta con número fácil, anótenlo:
Misión Mozambique: cta cte 2002- 8 del Bco. Santander (Santiago de Chile).

Anoche hubo fuerte tormenta de viento y lluvia, venía del lado del océano Indico, y eso me hizo temer de un nuevo huracán (como el que azotó recién a la provincia de Inhambane), porque aun estamos en el tiempo del monzón. Pero creo que todavía son temores de ‘novato’. Mucho peor es la tormenta de la prepotente guerra que azota al pueblo iraquí. Recemos por la Paz y hagamos comunión.

Esta carta les va a llegar por medio del sitio iglesia.cl pero las respuestas háganmela llegar a mi e-mail: kwenda@iglesia.cl Y las oraciones a Dios, a María y a todos los santos. Y los entusiásmos a Africa, al Pueblo de Dios y a cada hermano y hermana.

Un abrazo de Paz en Comunión

Roberto Guzmán
Kwenda