Algunas Devociones de la
"Tierra de María"

Chile / Nuestra Señora del Carmen
La devoción a Nuestra Señora del Carmen se remonta al siglo XIII: un 16 de julio de 1251 se apareció a san Simón Stock, vestida de un hábito carmelita, con el Niño en sus brazos y un escapulario. Siglos más tarde, la devoción llegó a Chile, y fue especialmente conocida en los períodos de Independencia y Reconquista, en que nuestra Patria se colocó bajo su amparo. Ante el peligroso avance de las fuerzas realistas, el 14 de marzo el pueblo de Santiago hizo la promesa de levantar un Santuario donde se consagrara la independencia. Ello tuvo lugar en Maipú, el 5 de abril de 1818. Ese mismo año se inicia la construcción del Santuario Nacional. Desde ese tiempo crece a lo largo de todo el país el cariño por Ella como Reina y Madre del pueblo chileno, que con gran alegría celebra su fiesta cada 16 de Julio.

Argentina / Nuestra Señora de Luján
La imagen original, que representa a la Inmaculada Concepción, fue enviada desde Brasil en 1630 por encargo de don Antonio Farías, un hacendado portugués que quería construir una capilla en su honor. Una vez que llegó a puerto, fue llevada por una caravana hasta Luján, que se detuvo a descansar. A la mañana siguiente los bueyes no consiguieron mover la carreta, pero tras bajar uno de los cajones del cargamento, lograron reemprender el viaje. Intrigados, abrieron el cajón, en el que encontraron una imagen de 38 cm de altura, de arcilla. Este hecho, interpretado como providencial, llevó al futuro emplazamiento del santuario. 

Cuba / Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Según constata el Archivo de Indias de Sevilla, en 1612 tres muchachos que trabajaban en las minas de cobre de la región ubicada en la Bahía de Nipe, conocidos como los “tres juanes”, divisaron a la Virgen con el Niño Jesús en su brazo izquierdo y una cruz de oro en el derecho. La tabla tenía una inscripción que decía: “Yo soy la Virgen de la Caridad”. En 1916 fue proclamada Patrona de Cuba por el papa Benedicto XV. Actualmente se ubica en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y la fiesta de la venerada “Cachita” se celebra el 8 de septiembre.

Bolivia / Nuestra Señora de Copacabana
El culto a la Virgen de Copacabana se remonta a la época virreinal o colonial. En 1583, los hermanos Dominicos trajeron la imagen a la región de Copacabana, a cuyos habitantes evangelizaron y transmitieron una profunda devoción mariana. Construyeron un santuario mariano en su honor, uno de los más antiguos de América junto al de Guadalupe en México. Coronada “Reina de la nación” en 1925, su fiesta se celebra el 5 de agosto.

Brasil / Nuestra Señora de Aparecida
El nombre de la Virgen proviene de su impresionante aparición, un 12 de octubre de 1717. Ante la visita del gobernador, los habitantes de la región decidieron regalarle su mejor pesca. Arrojaron sus redes al río de Porto Itaguacuy y entre ellas apareció el cuerpo de una imagen de María vestido de un grueso manto bordado y con las manos juntas, en posición de oración. Los hombres volvieron a pescar y entre las redes apareció el rostro moreno de la Virgen. La tercera vez obtuvieron una pesca tan abundante que no cupo en sus embarcaciones. Uno de ellos llevó la imagen a su casa, donde le hizo altar. Luego de la continua visita de los lugareños, en 1745 se construyó el templo en honor a la “Aparecida”.  

México/ Nuestra Señora de Guadalupe
En 1531, en las faldas del cerro Tepeyac, al norte de Ciudad de México, la Virgen de Guadalupe se apareció al indio Juan Diego: “Juanito, el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo.” Juan Diego expresó los deseos de María al obispo, pero éste no le creyó y le pidió una señal de parte de Ella. La Señora lo envió a cortar rosas de Castilla, que milagrosamente aparecieron ahí, porque no eran de la estación. Él las recogió en su tilma, se las llevó al obispo y al momento de dejarlas caer, descubrieron que el manto llevaba impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe, de rostro y vestimenta mestizos, que se conserva intacta hasta hoy.  Su fiesta se celebra el 12 de diciembre

Paraguay/  Nuestra Señora de Cacupé
La escultura de Nuestra Señora de Cacupé fue obra de un artesano guaraní llamado José, proveniente de una región cercana a Cacupé y que se había convertido al catolicismo al conocer la misión franciscana. Mientras se encontraba entre las selvas del valle Itú, su vida corrió peligro al ver venir hacia él a un grupo de indios de la tribu mbaya. Para protegerse, se refugió detrás de un trozo de excelente madera y prometió a la Virgen que si salvaba su vida, él le construiría una imagen. De ese trozo de madera proviene la actual imagen, que reúne a cientos de peregrinos en el Santuario de la “Virgencita de los Milagros de Cacupé”, especialmente para su fiesta, el 8 de diciembre.

Perú/ Virgen de la Puerta de Otuzco
En el siglo XVII existía en Otuzco la devoción a la Virgen de la Concepción. En esa época, las zonas vecinas eran atacadas por piratas. Para protegerse de su invasión, los habitantes de Otuzco decidieron poner la imagen de María en la puerta de la ciudad, y ella evitó el saqueo de la ciudad al no dejar que entraran los piratas. Desde entonces se la conoce como “Virgen de la Puerta”.  

Uruguay/ Nuestra Señora de los Treinta y Tres
En 1825, en la Provincia Oriental de Uruguay, se celebró el congreso de declaración de la Independencia. En agradecimiento, 33 patriotas acudieron a un rancho contiguo al lugar, a agradecer y rendir homenaje a la Virgen. La imagen, labrada en madera de origen guaraní y de tamaño pequeño, pasaría a ser la Patrona de Uruguay. Desde entonces ha recibido desde entonces un desfile de peregrinos, entre ellos, san Juan Pablo II, que la visitó el 8 de mayo de 1988.

Venezuela / Nuestra Señora de Coromoto
Una de las dos reliquias auténticas y originales de la Virgen, según declaró la Diócesis de Guanare en 2009, es la imagen de la Virgen de Coromoto. Ella se apareció en Guanare un 8 de septiembre de 1652 –día de su Natividad– a un indio de la tribu de los cospes llamado “Coromoto”. Le obsequió una imagen que desde entonces es venerada en el actual Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, construido en el lugar de las apariciones.

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