Queridos Catequistas:
El Señor nos permite celebrar cada año, en la víspera de la Ascensión del Señor, el Día del catequista, y este año lo festejamos con el lema: “La alegría de comunicar la esperanza”. Este lema es un eco de lo que nos ha dicho el Papa Francisco: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” (E.G., 1)
La Sagrada Escritura nos muestra cómo la Resurrección de Cristo- y luego su Ascensión y el don del Espíritu Santo- transformó el corazón de los apóstoles llenándoles de esperanza y coraje para anunciar el señorío de Cristo muerto y resucitado y su llamado a la conversión y la vida nueva. Ellos sintieron y vivieron la pasión por ser discípulos misioneros, e ir por todo el mundo anunciando el Evangelio, que es fuerza y sabiduría de Dios para todo el que cree.
También nosotros deseamos y pedimos esa gracia: ser testigos de la alegría del Evangelio y comunicar a todos la esperanza de Cristo que es Camino, Verdad y Vida.
Ustedes catequistas, llenos de esperanza y movidos por la caridad se esfuerzan –algunos ya por muchos años- por anunciar la fe en Cristo y convertirla en vida para nuestros niños, jóvenes, adultos y familias. En nuestras comunidades, fieles y pastores “queremos caminar juntos, ser Iglesia de comunión y participación”, que “escucha, anuncia y sirve” (cf. OOPP, 3)
Queremos agradecerles de corazón su servicio en la educación de la fe de miles de hermanos y hermanas, preparándolos a recibir los Sacramentos, a caminar en el seguimiento de Cristo, y a comprometerse con la Iglesia y el amor al prójimo.
El lema: “La alegría de comunicar la esperanza” nos recuerda que el Señor está siempre viniendo y “de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá fin”.
“Queremos recuperar la alegría de ser creyentes”, y por ello “nos comprometemos a renovar nuestra práctica litúrgica y sacramental, la catequesis, la lectura creyente de la Palabra de Dios, la oración, los espacios de vida comunitaria y la solidaridad con los más desamparados y sufrientes”. Así, entramos “en un proceso de ´conversión pastoral´ que reavive la vitalidad misionera de nuestra Iglesia” (OOPP.,24, a y b)
Queridos catequistas:
En abril hemos recordado con emoción y gratitud los 30 años de la visita de san Juan Pablo II, “mensajero de la vida” y “peregrino de la paz” a nuestro país. Defender y promover la vida humana, construir cada día la paz y ser misericordiosos como el Padre son tres urgencias que el Señor y la Iglesia nos proponen hoy. Les invitamos a seguir escuchando, anunciando y sirviendo a los niños, jóvenes y adultos, para compartir en la catequesis, con humildad y sencillez, el gozo de la vida nueva en Jesucristo, nuestra Esperanza.
Invocando a la Virgen María, “vida, dulzura y esperanza nuestra”, les bendigo con afecto,
+Cristián Caro Cordero
Arzobispo de Puerto Montt
Presidente Comisión Nacional de Catequesis
Puerto Montt, 9 de abril de 2017
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Día del Catequista 2017 - Especiales Iglesia.cl