Catequistas de Esperanza

Presentación

Los seres humanos vivimos en la espera de que sucedan cosas buenas aunque sabemos que ellas pueden cumplirse o no. Tenemos la esperanza de formar una linda familia, de encontrar un buen trabajo, de que a nuestros hijos les vaya bien en la vida, de tener buena salud. Tenemos la esperanza de ser acogidos, comprendidos y amados en los diversos momentos de nuestra vida y de poder hacer el bien a los demás.

Generalmente, cuando hablamos de esperanza nos referimos a bonitos deseos que esperamos que algún día se cumplan.  Sin embargo, muchas veces, las dificultades de la vida ven frustradas nuestras esperanzas.  Un quiebre familiar, una enfermedad, un accidente, un fracaso escolar o laboral,  la pérdida de un ser querido o el hecho de que las cosas no sucedan según nuestras expectativas, nos hacen caer en la tristeza, en la angustia y en la desesperación.

La esperanza cristiana tiene un tono diferente, es la espera de algo que ya se ha cumplido, es la espera que se funda en la certeza de que, con su muerte y resurrección, Cristo obtuvo para nosotros la salvación. La esperanza no defrauda, dice San Pablo, porque no se funda en lo que nosotros podamos hacer ni en lo que pueda suceder, sino en el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Cf. Rm 5, 5).

En tiempos confusos en donde pareciera que reina la violencia, la guerra, la indiferencia ante el sufrimiento de los demás, las ideologías que pretenden destruir los valores cristianos, entre otros, los catequistas estamos llamados a ser alegres servidores de la esperanza (Cf. Rm 12, 9-13) promoviendo el encuentro personal y comunitario con Cristo que, por medio de su Palabra, aviva y fortalece nuestra esperanza aún en medio de las dificultades (Cf. Rm 5, 1-5).

Celebremos este día del catequista renovando nuestro compromiso con el Señor en la escucha de su Palabra, para que en nuestra boca resuene siempre el anuncio gozoso y esperanzador de la Buena Noticia: “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte y para liberarte” (Evangelii Gaudium Nº164).

Para celebrar este día, los invitamos a celebrar un “Encuentro con la Palabra” siguiendo los pasos de la Lectio Divina para contemplar el encuentro del Resucitado con sus discípulos (Lc 24, 36-49). A continuación presentamos una guía para esta celebración.

 

Día del Catequista 2017 - Especiales Iglesia.cl