Acciones Institucionales

1. En las instituciones católicas, procurar que el aprendizaje sobre el cuidado de la creación de Dios sea parte de la formación tanto para adultos como para jóvenes y niños. Formar para la ciudadanía ecológica. Buen recurso 

2. Comprender los problemas específicos que cada territorio ambiental está afrontando y en ellos identificar y asumir el rol de protector de la creación de cada parroquia, cada movimiento apostólico, cada establecimiento educativo, cada obra social.

3. Mejorar el entorno de los más vulnerables (ancianos, niños..)  mediante acciones solidarias.

3. Realizar una auditoría energética para identificar dónde podría reducirse el consumo de energía. Esto beneficiará tanto a la tierra como al presupuesto de la institución. Auditoría ambiental benedictina.

3. Considerar pasar a la energía solar.

4. Implementar el reciclaje y el compostaje.

5. En eventos donde se consumen alimentos o bebidas, y en las cafeterías, reemplazar vasos, platos y cubiertos desechables con objetos lavables o compostables.

6. Donar alimentos a comedores de beneficencia locales, o cocinar sólo lo que se consumirá razonablemente.

7. Ofrecer a los empleados beneficios por utilizar transporte público o compartir el vehículo.

8. Ahorrar electricidad; ej., apagar luces, pantallas de computador  y el aire acondicionado durante horas no laborables y comprar electrodomésticos de bajo consumo.

9. Implementar las medidas necesarias para evitar el derroche de agua: reparación de cañerías y artefactos, instalación de dispositivos reguladores en las llaves, etc…

10. Sembrar árboles y plantas en la propiedad institucional. Evitar el césped por el alto consumo de agua.

11. Velar para que los proveedores de la institución –tanto de productos como de  servicios-tengan prácticas respetuosas del medio ambiente.

12. Adoptar la Promesa de San Francisco (abajo).

13. Participar como institución en las celebraciones y campañas por el cuidado de la creación (Día del Medio Ambiente, Día del Agua, etc...)

14. Informarse  y sumarse a los esfuerzos para cuidar de la creación en la comunidad local.

En las instituciones de la vida religiosa:     Cf. Ls 214-215

Alimentar el agradecimiento y la reverencia frente a lo creado, la contemplación y el silencio para reconocer la presencia de Dios. Prestar atención a  la belleza.

Ser signos de austeridad y libertad gozosa frente a la sociedad de consumo. Conversión de nuestros hábitos. Desarrollar “un modo alternativo de entender la calidad de vida”, uno que sea capaz de gozar profundamente de las pequeñas cosas: la música, el arte, la naturaleza, la oración.

Expresar nuestro voto de pobreza en el apoyo a las causas justas que evitan la explotación y cuidan de los pobres y de la creación.

Cultivar una espiritualidad sencilla, éticamente responsable, solidaria y compasiva (ternura,  justa medida, amabilidad, caricia, hospitalidad, delicadeza…).




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Especiales de Iglesia.cl - Área Eclesial Conferencia Episcopal de Chile