Esta Medalla corresponde a la máxima distinción que puede conferir un Comandante en Jefe y que se concede a los Generales de Brigada cuando son ascendidos a General de División.

Dicha condecoración fue impuesta a la Imagen de la Virgen del Carmen de ese Instituto Matriz por cumplir 50 años desde que fuera donada por el Capellán, Pbro. Manuel Contreras García, el 16 de julio de 1959, y bendecida por el Administrador Apostólico de Santiago en esa época, Mons. Emilio Tagle, ante la presencia del Comandante en Jefe de ese entonces, General Oscar Izurieta Molina, padre del actual Comandante en Jefe del Ejército.

Por esta razón, el General Izurieta señaló: “El haber tenido la suerte de ponerle la condecoración de la “Cruz de la Victoria”, fue muy emotivo como católico y como Comandante en Jefe. Además, de haberse dado la coincidencia que hace cincuenta años haya sido mi padre, como Comandante en Jefe del Ejército, quien estuvo presente en el acto donde se instauró esta Virgen en la Capilla de la Escuela. Hoy vivimos un momento valioso en lo espiritual, y que de seguro la Virgen bendecirá a esta Escuela Militar y a todo nuestro Ejército”.

La ceremonia se realizó una vez finalizada la Santa Misa que fue presidida por el Obispo Castrense de Chile, Mons. Juan Barros Madrid, y con la participación de todos los integrantes de esa Escuela Matriz. Mons. Barros expresó: “Hay momentos en que las palabras no alcanzan, este es un acontecimiento muy importante que me llena el alma de alegría y esperanza, de ver cómo aquí en la Escuela Militar hace 50 años que está presente visiblemente en la imagen de nuestra Señora del Carmen, esa protección maternal que Dios ha querido para todo su pueblo. Ver como el Ejército reconoce y agradece esa presencia y misión de la Santísima Virgen, con este gesto de la santa misa y de la condecoración, me enorgullece enormemente”.

La celebración terminó con una procesión por los pasillos y dependencias de la Escuela Militar para terminar en la Capilla dando gracias a la Virgen del Carmen por su permanente compañía y protección.


Comunicaciones Obispado Castrense
Santiago, 22-07-2009