Luciendo una capa nueva, regalo de una familia, la imagen grande de La Candelaria presidió el último día de novena, en el patio de su santuario.

Durante la catequesis, el obispo, Monseñor Ricardo Morales, habló sobre la corresponsabilidad, vale decir, “que todos nos sintamos constructores de la misión de la Iglesia”, lo que implica superar los autoritarismos, la pasividad y las luchas de poder, “y nos pongamos a trabajar en el proyecto común al que hemos sido llamados”. Agregó que es la participación activa y solidaria en la iglesia, siempre en función de la misión. “Dicha tarea requiere la participación de todos los fieles, - insistió- la misión de la iglesia es llevar el evangelio a todos los rincones del mundo y de la historia con obras y palabras”.

Al celebrar la misa, el obispo tomó como tema de su predicación la conciencia, “verdadero sagrario, presencia de Dios en cada uno”. Don Ricardo dijo que “la conciencia es implacable, nos hace dormir tranquilos o no, caminar con la frente en alto o no. Por más que tratemos de engañarnos no podemos engañar a nuestra conciencia”, resaltando la valentía de Juan Bautista de enfrentarse al poder de su tiempo por actuar según su conciencia. “Actuar conforme a los valores del evangelio nunca va a ser fácil, a Cristo lo llevó a la muerte- señaló-, pero siempre tenemos que actuar conforme a nuestra conciencia, a pesar de las consecuencias”.

La noche del viernes tuvo lugar la entrada de pueblo de los bailes que vienen de otras regiones, en la intersección de las calles Los Carrera y Van Büren, esquina conocida como “calvario” por la cruz que se eleva en el lugar.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 04-02-2023