Una vez acabada la oración del Santo Rosario, los feligreses que acudieron hasta la Catedral de Santiago no dudaron en agitar sus pañuelos blancos para recibir la procesión de la Virgen del Rosario de Fátima, a quien vinieron a despedir tras finalizar su estadía en nuestro país.

Fueron más de dos años de gracia, en los que la Virgen recorrió el país de norte a sur, incluido el territorio insular de Rapa Nui, visitando 542 parroquias, además de instituciones de servicio público y colegios. Lugares en los que cerca de 270 mil fieles se consagraron en su presencia.

La Eucaristía de acción de gracias, fue presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Celestino Aós, acompañado de monseñor Alberto Ortega, Nuncio Apostólico del Papa Francisco, además del Obispo Auxiliar, monseñor Alberto Lorenzelli, junto a sacerdotes de todo el país.

En la homilía, monseñor Celestino Aós, comentó que: “La Virgen María en su advocación de Fátima ha querido visitarnos. Quienes la han visto pasar con ojos superficiales, han visto simplemente una profesión, un culto. Quienes han vivido en la fe, han visto mucho más y como en María está Jesús, y Jesús trae vida y alegría (…) Muchos han exclamado, apenas llegó la imagen de la Virgen, en mi corazón hubo luz, paz, alegría y esperanza”.

Además, continuó haciendo un llamado a ser un poco como Jesús en la oración, “todos los cristianos tienen la misión de practicar la oración de intercesión. Intercede por los otros. Sí, todos nosotros tenemos que rezar unos por otros”. Complementó en su homilía mencionando que, en las apariciones de Fátima, “el mensaje que la Virgen repite a los pastorcitos es ese; rezad, rezad, rezad todos los días el rosario”.

“La imagen de la Virgen de Fátima ha estado con nosotros estos dos años y medio, ahora vuelve a su casa. Fátima es su casa, pero mi corazón es su casa, el corazón de usted tiene que ser la casa de la Virgen María”, señaló el Arzobispo de Santiago.

Para finalizar sus palabras, monseñor Celestino Aós, llamó a ser “el corazón y la voz de esa gente que sube al padre, como intercesores”, además dijo que, “en espíritu de odio, en espíritu de indiferencia no se puede rezar. La oración, solamente se da en espíritu de amor”.

Cabe recordar, que esta fue la última celebración de la imagen en Chile, que este 19 de enero regresa a su Santuario en Portugal, con la invitación clara a rezar desde el corazón para interceder por otros.

Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 19-01-2022