Cuando se estrenó “Avatar” (2009) fue un suceso, tuvo nominaciones a los premios Óscar y a los Golden Globes, donde fue destacado su aspecto técnico gracias a la captura de movimiento y su belleza visual, elementos que no dejaron a nadie indiferente. A pesar de ello, debieron pasar 13 años para que pudiéramos ver la segunda entrega “Avatar: el camino del agua”.
Esta vez, la trama se encuentra ambientada a una década del filme anterior y nos cuenta la historia de la familia Sully, la cual está formada por Jake Sully (Sam Wortington) y Neytiri (Zoe Saldaña), quienes tienen tres hijos, pero además, han adoptado a Kiri, una Na’vi huérfana. Ellos se ven obligados a alejarse de Pandora, el lugar donde viven, debido a que el peligro los acecha; no obstante, mantenerse a salvo no les será nada fácil, su vida dará un giro cuando se asocien con los Metkayina, una comunidad que vive alrededor el océano, de modo que los Sully deberán enfrentar batallas y algunas tragedias.
Este filme trata varios temas, sin embargo, creo que uno de los más potentes es la unión de los Sully, pues, algo que su padre Jake les ha inculcado es que ellos son uno, cuan mosqueteros; es en esa relación que encuentran la fuerza para poder enfrentar a poderosos enemigos. Además, están los desafíos personales tras un drástico cambio de vida, es decir, llegar a una tribu con diferentes costumbres, los obligará a aprender nuevas prácticas, situación que sin duda, se dará con mayor naturalidad en las mujeres de la familia, mientras que, los hombres, se verán muy desafiados.
En especial, algunos personajes llamaron mi atención. Entre ellos esta Loa’k (Britain Dalton), el menor de los Sully, quien viene a ser como la oveja negra de la familia, ya que el joven se siente incomprendido por su padre, aunque durante el desarrollo de la película, nos damos cuenta de que lo mueven las mejores intenciones. Otro personaje a destacar es Ronal (Kate Winslet), perteneciente al clan Metkavina, quien se caracteriza por ser valiente y determinada. Winslet aporta gracia en su interpretación, de hecho, sacó más de una sonrisa. Por último, Neytiri, un personaje muy maternal y aguerrido, literalmente, muestra sus dientes a quien se atreva a amenazar a sus retoños.
Visualmente es una película hermosa, es ideal verla en formato Imax para lograr visualizar de mejor manera la belleza de algunas tomas que son verdaderas postales. Igualmente, tiene tomas que inevitablemente nos recuerdan a otras películas, tales como: “Tiburón” o “Tarzán”, por ejemplo y obviamente “Titanic”; James Cameron se referencia a sí mismo.
A pesar de que su extensión es de más de tres horas, “Avatar: el camino del agua”, no se hace pesada de observar. Por el contrario, es un espectáculo visual hermoso y logra entretener al espectador. La espera valió la pena.
FICHA TÉCNICA
Estreno en cines el 15 de diciembre de 2022
Director: James Cameron
Duración: 195 Minutos
Distribuye: Cinecolor Films
