Sebastián Uribe Vives fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Chillán

Esta mañana en la Catedral

Sebastián Uribe Vives fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Chillán

El muevo presbítero estuvo acompañado por su familia, el clero, y representantes de las comunidades en donde ya sirve.

 
Sábado 25 de Marzo de 2023
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La mañana de este sábado 25 de marzo, Sebastián Uribe Vives fue ordenado sacerdote en una celebración que se desarrolló en la Catedral de Chillán. Fue presidida por el obispo de Sergio Pérez de Arce y por el obispo auxiliar de Concepción y rector del Seminario, padre Bernardo Álvarez. El ahora padre Sebastián, que eligió como lema sacerdotal «El Señor me libró de todos mis temores», estuvo acompañado por su madre Rosa, su padre Alex y su hermano Gonzalo, además de ex compañeros del Seminario, los sacerdotes del clero de la Diócesis, representantes de comunidades de Bulnes (su ciudad natal) y Pinto, además de delegados de la sede Chillán de la Universidad Católica de la Santísima Concepción en donde es asesor espiritual.

En su homilía el padre Sergio hizo un llamado a la comunidad a orar y trabajar por las vocaciones, puesto que el padre Sebastián fue el último aspirante de la Diócesis de Chillán en pasar por el Seminario. “Mucho se ha comentado de la escasez de vocaciones, y sabemos que detrás de Sebastián no tenemos actualmente otros seminaristas, lo que nos debe alentar a la oración y al anuncio del evangelio a los jóvenes, pero lo fundamental de hoy es ser agradecidos, porque nos regala el Señor un ministro ordenado, un pastor para el servicio de la Iglesia, y porque Sebastián ha respondido con generosidad al llamado del Señor. Yo soy el primero en agradecer, porque el Señor me regala un nuevo hermano y colaborador para mi ministerio episcopal”.

El obispo recordó a través de la lectura que esta ordenación especial se da en medio de la celebración de la Anunciación del Señor y luego volvió a Sebastián para dedicarle unas palabras antes de los signos que le otorgan la ordenación. “Que te dediques, ante todo, al anuncio del evangelio. El sacerdote, sin duda, realiza muchas actividades y gestiona diversos asuntos, pero nada más importante que dar a conocer el nombre de Cristo, Vida nuestra. La Iglesia existe para evangelizar y el Papa nos viene diciendo: Salgamos, salgamos a anunciar la vida de Jesucristo.

“Una de las cosas hermosas del sacerdocio es que no solo anunciamos a Cristo, sino que por los sacramentos lo hacemos presente en la vida de las personas y de la comunidad. Somos servidores de la gracia de Cristo, del Agua viva, del pan de Vida, de su perdón y bondad. Y todo esto lo tenemos que hacer por el camino del amor, entregando nuestra vida y animando a la comunidad cristiana a vivir la fraternidad, el mandamiento del amor en todas las circunstancias y desafíos de nuestra vida personal y social. Nuestro ministerio no es un mero trabajo, no es solo una función, sino la vida entregada en seguimiento de Cristo”, señaló el padre Sergio.

El obispo también recordó dos hechos que marcaron el paso de Sebastián por el Seminario, uno de ellos es la crisis de los abusos que golpeó a la iglesia, proceso que dejó sufrimientos y muchas preguntas. “Queremos y tenemos esperanza de que los que se han formado en medio de la crisis sean mejores curas que nosotros”, dijo el obispo. El segundo hecho es el camino a la sinodalidad que nos ha hecho Jesucristo para caminar juntos como iglesia. “Tu sacerdocio, Sebastián, y el de todos nosotros, debe buscar traducir este desafío que tenemos como Iglesia, y lo tienen que hacer también los laicos. Ponernos en marcha juntos, en escucha recíproca, en una Iglesia acogedora, habitada por el Señor y animada por relaciones fraternas”, finalizó.

Padre Sebastián
Al finalizar la misa de ordenación, el nuevo sacerdote Sebastián Uribe tomó la palabra para, primero, agradecer a quienes lo acompañaron es esta celebración. “Manifiesto mi alegría y agradecimiento a Dios por este don inmerecido que he ha regalado. He elegido como lema la frase del salmo que dice: El Señor me libró de todos mis temores. Quizá es algo utópico pensar que no tengo temores, porque frente a este nuevo ministerio los tengo, pero también creo que si Dios ha sido fiel en esta historia que ha hecho conmigo seguirá siendo fiel, y por ello no temo”.

“Quiero agradecer a quienes me acompañaron, a quienes oraron en mi proceso vocacional. Agradezco a la Diócesis de Chillán por aceptarme como sacerdote; al Seminario Metropolitanos por la formación; a las Parroquias de Bulnes, Quillón, Coihueco y Pinto; al Instituto Tecnológico de la Universidad Católica, a mi familia por su amor, compañía y cercanía”, precisó.

Sebastián reiteró en el trabajo que se debe hacer por las vocaciones. “Recemos por vocaciones sacerdotales y vida consagrada. Sin sacerdotes no hay eucaristía ni perdón de los pecados, pidamos que Dios nos envíe operarios para la cosecha y oremos por la perseverancia de quienes ya ejercen su ministerio. Nuestra Diócesis se prepara para celebrar los 100 años de vida; recemos para tener vocaciones y celebrar nuestro jubileo diocesano. Pidámosle con fe a Jesús buen pastor para que sea generoso”, invitó.

Por último, el padre Sebastián dijo que “muchos me han dicho que llegué a la meta, pero hoy les digo que la meta es el cielo. Ayúdenme a llegar al cielo siendo fiel al ministerio que Dios me ha regalado, no me dejen solo, corríjanme con caridad evangélica, recen por mí, para poder llevar adelante un ministerio fecundo al servicio de la iglesia y el pueblo que s eme ha confiado”, finalizó.

Los asistentes disfrutaron de un momento de camaradería en las instalaciones del Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado, en donde se presentó la orquesta infantil del mismo recinto.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán , 25-03-2023
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