Con una especial dedicación la comunidad de la Parroquia Asunción de la Virgen en la comuna de Calama celebró su fiesta parroquial, en el día en que se recuerda a la Virgen María como asunta al cielo en cuerpo y alma.

La Misa fue presidida por el obispo, Óscar Blanco Martínez y concelebrada por el párroco, pbro. Viviano Bustos quienes junto a los fieles dieron gracias a Dios por este encuentro de amor y fe.

Mons. Óscar Blanco manifestó que esta fiesta de la Asunción de nuestra Madre Santísima es la fiesta de la alegría, de la belleza de Dios, de ser sus discípulos misioneros y de poner en Él nuestra esperanza.

Enseguida el pastor invitó a que la expresión de amor de la virgen nos ayude a construir en nuestra vida cotidiana, en la familia y comunidad una sociedad cada vez más fraterna, solidaria y justa.

El obispo también se refirió a la Fiesta de Nuestra Señora de Urkupiña, que tiene en nuestra comuna una gran manifestación de fe con los devotos que insertaron la tradición boliviana en esta tierra como patrona de la integración. “Que bien nos hace hoy pedirle a Dios que a través de nuestra Madre Santísima asunta al cielo nos ayude a integrarnos más, nos ayude a unirnos más como sociedad, como país”.

Recordó que con esta fiesta todos estamos llamados al cielo para contemplar a Dios y encontrarnos con nuestra Madre. “Agradecemos a Dios por tantos hombres y mujeres que como María dijeron Sí, si lo quiero con la ayuda de Dios. Así profesa una consagrada, un consagrado y que por esto días se nos recuerda estamos llamados a renovar y confiar nuestra vida consagrada en las manos de Dios por la intercesión de Santísima Virgen María”.

En el día dedicado a celebrar la vida consagrada, también fue la ocasión para rezar para todos los y las consagradas de la diócesis y al mismo tiempo para que surjan nuevas vocaciones a la vida religiosa, pidió el pastor.

Plebiscito

Monseñor Óscar Blanco se refirió a como hoy afloran los resentimientos, los prejuicios y la violencia entre dos bandos que no nos ayudan en nada, “Queremos un país, una sociedad, más justa, más fraterna y no la podemos construir con violencia, sino con buenos sentimientos, con buenos propósitos”.

El obispo apuntó que el plebiscito del 4 de septiembre es una instancia ciudadana para acercarnos a las urnas con un deber y marcar una opción, pensando siembre en el bien común y por el bien de nuestra patria. “Me parece oportuno rezar por nuestro país, para que María Santísima nos ayude a ser un país más unido, donde nos reconozcamos como hermanos, buenos vecinos y en el que caminamos juntos por el bien de todos y especialmente por los más humildes, los más sencillos.

Fuente: Comunicaciones Calama
Calama , 16-08-2022