Durante la celebración, que presidió el administrador parroquial, padre Patricio Sánchez, todas las comunidades parroquiales: Cristo Rey de Pichil, Santa Teresa de Los Andes de Tacamó, María Misionera de Pichi-Dama, Santa María del Camino de Las Quemas y de San Juan Nepomuceno de Cancura, ofrecieron a los pies del Altar las características cruces azules, como signo de unidad y una placa que trae consigo el cuidado, la preocupación y el renacer en el espíritu.

A la fiesta eucarística asistieron además algunos invitados especiales: el coro de la parroquia San Pedro Apóstol de Rupanco, representantes del Equipo de Comunicaciones de la Diócesis de Osorno, la Directivas de APR (Agua Potable Rural), y de la Junta de Vecinos Las Quemas Centro y Las Quemas Bajas.

También acompañaron a don Alberto, su esposa Gabriela Kyling Montecinos, sus hijos e hijas, nietos, amigos, familiares y algunos hermanos del ministerio diaconal junto a sus esposas: Víctor Hugo González, Juan Carlos Mardones, Juan Carlos Cayun y Hugo Jaramillo. Todos ellos, al momento de la homilía dedicaron algunas palabras al celebrado servidor del Altar, donde dieron gracias a Dios por su testimonio, su cercanía y generosidad.

En su mensaje, el padre Patricio agradeció a don Alberto por sus años al servicio en la iglesia, por el apoyo en el consejo parroquial, por sus sabios consejos y por su vasta experiencia que también plasmó “en su gran labor como administrador parroquial de San Juan Nepomuceno”, y antes de finalizar la celebración el sacerdote diocesano bendijo de manera especial al Servidor del Altar junto a su esposa.

En la oportunidad, Gabriela Ferrando Kyling, hija de Alberto y Gabriela, recordó los inicios de su padre en la vida religiosa y a su abuelo Ricardo Ferrando, quien también vivió el ministerio diaconal, y dijo que como familia “damos gracias a Dios y a nuestra querida Virgen María por todas las bendiciones que hemos recibido”, y señaló que a veces no fue fácil comprender “que tuvieras que darle tanto tiempo a la Iglesia, en especial los fines de semana, sin embargo, estamos felices y orgullosos de verte servir con tanto amor a la comunidad sin esperar nada a cambio, solo para llevar a los demás la Palabra de Dios”.

De igual forma en representación de la comunidad Santa María del Camino en Las Quemas, Rodrigo Alvarado agradeció al diácono “por siempre estar ahí para todos nosotros, por escucharnos y aconsejarnos, por su dedicación y por el cariño que tiene por esta comunidad. Gracias por levantarse cada domingo para entregarnos la Palabra de Dios. En lo personal, no puedo estar más agradecido con la vida por haber conocido a un hombre tan honorable y respetado como usted, que para mí ha sido un buen amigo, un mentor y segundo padre”.

Por su parte don Alberto Ferrando agradeció a la asamblea por todas las muestras de cariño, “Están representados aquí las distintas comunidades de mi parroquia, especialmente esta comunidad de Santa María del Camino en Las Quemas”, y dijo que tantas veces hay cansancio, sin embargo “después uno se siente tremendamente feliz, satisfecho de poder acompañar a la comunidad”.

“Yo les agradezco mucho los gestos que hoy día han expresado en esta eucaristía. Le agradezco al padre por acompañarnos hoy día en esta Santa Misa, a mis hermanos diáconos, con quienes comparto este servicio en la Diócesis. Muchas gracias y muchas bendiciones para cada uno de ustedes”, finalizó.

Fuente: Equipo de Comunicaciones Osorno
Osorno, 16-08-2022