La jornada comenzó con la presencia de los cuasimodistas pertenecientes al Club de huasos de Rodelillo quienes escoltaron al Padre Antonio desde la Capilla San Leonardo hasta la Capilla San José de Rodelillo. Allí se unió al párroco Padre Rafael Mora quien concelebró la misa.

Padre Antonio llegó desde Italia a Valparaíso el año 1990 cuando arribó desde Italia sin saber el idioma. Perteneciente a la Congregación de los Padres Josefinos de Murialdo llegó a unirse a la comunidad de Valparaíso realizando su labor en el Colegio Leonardo Murialdo y en la Parroquia Ntra. Sra del Pilar, principalmente en las capillas del sector de Rodelillo.

A fines de este mes regresa a su patria para estar junto a su hermano enfermo y solo.

Padre Antonio inició la celebración ofreciendo la misa a toda la comunidad parroquial, especialmente los feligreses de Rodelillo y en su homilía hace una lista de agradecimiento a colaboradores y organizaciones que hicieron posible su labor centrada en la gente más necesitada del sector.

El Padre fue saludado en la ocasión por:

Don Fidel Olmos, presidente del grupo CAE que formó el Padre Antonio, para trabajar por la Capilla. ÉL en representación de la comunidad de San José, se dirige a Padre Antonio y los presentes dando una reseña de la vida del Padre, su labor y anécdotas que reflejaban su carácter.

Carlos Martínez Becerra, conocido como el último motemei de Valparaíso, un oficio que fue declarado Patrimonio Intangible de la ciudad de Valparaíso, Chile. También quiso estar presente en la despedida del Padre Antonio. Le regaló una tortilla de rescoldo y un calendario del motemei.

Un emocionado Padre Rafael, párroco de la Parroquia Ntra. Sra del Pilar se despide del Padre Antonio y le entrega un recuerdo.
‘Gracias Padre porque es un ejemplo’. ‘Lo quiero mucho’.

Cabo I, Gastón Rojas lo saluda y agradece su labor a nombre de la tenencia de Rodelillo.

Jorge Castro, ex alcalde de Valparaíso saluda al Padre Antonio y recuerda cuando en el año 2012 fue condecorado como ciudadano ilustre de Valparaíso, el máximo reconocimiento que esta ciudad patrimonial pudo darle. Le regala un libro compendio de fotografías históricas de Valparaíso.

Julio Rojas, músico y miembro histórico del coro San José le regala al Padre Antonio unas coplas en su honor. El sacristán Luis Fernando Aspee junto con desearle buen viaje le hace entrega de la bandera chilena.

Juan Aguilera, capitán de bomberos saluda al Padre Antonio a nombre de la XV compañía de bomberos de Rodelillo. Reconoce su obra, le desea buen viaje y le regala de recuerdo un banderín de la Compañía. Sra Silvia Gondre, lo saluda y le regala un libro suyo. Sra Irma Vidal y su hijo Juan Carlos le dedican unas palabras y lo saludan a nombre de la familia Bendel Vidal. Los cuasimodistas del Club de huasos de Rodelillo se despiden de él.

Finalmente, el Padre Antonio con su medalla de ciudadano ilustre de la ciudad de Valparaíso se despide mientras se le sacan fotos.

¡Gracias Padre Antonio, pastor bueno y fiel! La comunidad de Valparaíso no lo olvidará.

Extractos de su despedida.

‘Treinta años atrás, cuando supe que mi destinación era Chile, pregunté ¿cómo son los chilenos? Encontré esta respuesta. Los chilenos son solidarios cuando han de ayudar, saben levantarse ante los problemas y dificultades. Son esforzados y sacrificados. Tienen siempre buen humor. Sienten el orgullo de ser chilenos, aprecian sus paisajes, bellezas naturales y su clima. Desean que su país sea justo, con las mismas posibilidades para todos. Son impuntuales (risa general)…’

‘...tuve que pedir a mi superior el permiso para acercarme a él… (su hermano enfermo y solo) ...mis superiores teniendo presente las circunstancias han aceptado la solicitud. Esto significa dejar Valparaíso.
Sé por experiencia que esto no será fácil para mí... Partir es un poco morir. Es el dolor del corazón. El Señor me llama al desprendimiento. El corazón, en estos momentos, debe estar centrado en Dios.

Sí, partir es un poco morir para mí y tal vez para algunos de ustedes, pero partir no significa olvidar. Yo, a pesar de mi poca memoria, nunca los olvidaré. Nunca olvidaré la Parroquia del Pilar y sobre todo Rodelillo. No olvidaré a los vivos y queridos difuntos. A los pobres ni a los enfermos. Mi deber, si Dios quiere, es continuar mi trabajo donde esté, ayudando y acompañando a las personas que sirven a los pobres.

Llevaré conmigo el recuerdo de tanto bien recibido, de los buenos ejemplos, del cariño de tantas personas extraordinarias y excepcionales que he conocido. En un mundo tan egoísta no es fácil encontrar personas serviciales, disponibles, comprometidas hasta el heroísmo como las encontré en mi Parroquia del Pilar.

Dios fue muy bueno conmigo, escuchó las oraciones de ustedes.
El tiempo es breve. Estamos todos en camino hacia la patria eterna....
Es tiempo de vigilia. Mañana será la Fiesta.
Entonces...hasta pronto. Arrivederci!
¡Vamos todos a la Fiesta!
Gracias a todos y perdón a todos.’

Padre Antonio Perón Ghiotto, cjm.

Fuente: Ma Eugenia Carvajal, Parroquia Nuestra Sra del Pilar - Comunicaciones de Valparaíso
Valparaíso, 20-05-2022