Mensaje en Día de la Madre del obispo de Melipilla, Cristián Contreras Villarroel

Mensaje en Día de la Madre del obispo de Melipilla, Cristián Contreras Villarroel

Este domingo 8 de mayo el obispo Cristián Contreras Villarroel ha dado a conocer un mensaje a las mamás y las mujeres en el Día de la Madre.

 
Domingo 08 de Mayo de 2022
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Mensaje a las mamás y las mujeres
Día de la Madre
Domingo 8 de mayo de 2022
+ Cristián Contreras Villarroel

A LAS QUERIDAS MAMÁS Y A TODAS LAS MUJERES


Pocas festividades logran tal grado de adhesión en los chilenos como el día de la Madre. Es una fiesta de la familia y se celebra con alegría y gratitud; también con nostalgia, cuando no se la tiene a su lado.

Son infinidad de personas que acuden en estos días a los camposantos a recordar a las mamás, abuelas y seres queridos. Y quienes las acompañan en vida, buscan un homenaje: un ramo de flores, un chocolate, la visita de los nietos, un almuerzo familiar. Es bueno celebrar lo que nos une en el bien y la gratitud.

Nadie puede dudar que en nuestro pueblo la figura de la mamá es venerada. Sin embargo, a muchas sociedades parece no importarles mayormente la maternidad. Sobre esto reflexionó el Papa Juan Pablo II: “En varias regiones del Continente americano, lamentablemente, la mujer es todavía objeto de discriminaciones. Por eso se puede decir que el rostro de los pobres en América es también el rostro de las mujeres (…). La Iglesia se siente obligada a insistir sobre la dignidad humana, común a todas las personas. Ella denuncia la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina como acciones contrarias al plan de Dios. En particular, deplora como abominable la esterilización, a veces programada, de las mujeres, sobre todo de las más pobres y marginadas, que es practicada a menudo de manera engañosa, sin saberlo las interesadas; esto es mucho más grave cuando se hace para conseguir ayudas económicas a nivel internacional” (Ecclesia in America, 45).

Celebrar el día de la madre debe significar también una voluntad en los responsables de los programas de salud, del mundo laboral y de los programas de vivienda para que la mujer y la familia puedan cumplir su misión de una maternidad acogida por todos.

El Niño Dios nació en un pesebre, acogido por animalitos y venerado por pastores marginales. Es la sabiduría de Dios que contrasta con la “política” y muchos “programas” demográficos de este mundo. También hoy existen nuevos Herodes que temen del nacido y masacran a los niños inocentes, incluso en el vientre de la madre que debiera ser el lugar más seguro para un niño. El pesebre de Belén es un grito profético de Dios a favor de la maternidad y de la vida.

Cuando niño, recuerdo que ante un accidente o un golpe o un dolor, corría donde mi mamá y me abrazaba a su cintura, a su vientre. Es algo instintivo de la naturaleza humana, acudir al lugar más seguro para un niño. Hoy existe una ideología de género que pretende desvirtuar la naturaleza de la mujer. Defender y promover la vida, que esta sea acogida y se desarrolle armónicamente en la sociedad es responsabilidad de todos. La aceptación y la crianza de los hijos no debiera descansar únicamente en la mujer.

Deseo bendición y salud a todas las mujeres de nuestra diócesis: mamás, a las mujeres que, por diversas circunstancias, queriendo, no han podido ser madres, a las mujeres abandonadas, a las mujeres migrantes. El aporte del genio femenino, es decir, de toda mujer, mamá o no, seguirá siendo un regalo para la sociedad y para la comunidad eclesial. Sin ellas, el aporte de la Iglesia es irrelevante e infecundo.

Querida Virgen Santa, junto a San José, nuestro patrono: custodien a las mujeres. Mi bendición.

Fuente: Obispado de Melipilla
Melipilla, 08-05-2022