En el templo Catedral, hermosamente arreglado, y la asistencia masiva de fieles, luego de dos años de pandemia sin poder celebrarlo con presencia de fieles, Don Cristián Contreras Villarroel, Obispo de la diósesis presidió la Eucaristía. La bendición del fuego y del Cirio Pascual dio inicio a la Vigilia, y luego la Liturgia de la Palabra que recuerda desde la Creación la Historia de Salvación cuyo culmen es la Resurrección del Señor, fue escuchada con recogimiento por todos los presentes.

Con el canto del Gloria, se encendieron las luces y los fieles entonaron con gozo esta alabanza agradecida a Dios Padre. Se bendijo el agua en la fuente bautismal y, acompañado del canto y la alegría de los presentes, se asperjó agua bendita a la asamblea.

Don Cristián, en su homilía, invita a preguntarse “¿Qué tiene que ver la resurrección de Jesús con nosotros? ¿Tiene un mensaje el resucitado para los enfermos postrados en los hospitales? ¿Para las personas que vagabundean por las calles? ¿Para los que son víctimas del pecado del mundo que se aprovecha de la pobreza y la debilidad de la gente? ¿Tiene algo que decirnos Jesucristo resucitado con tantos jóvenes y adolescentes que caen en las redes de traficantes de drogas? ¿para la mujeres maltratadas y explotadas? ¿para los migrantes, personas de bien, que vienen huyendo de dictaduras y hay delincuentes que se aprovechan de su vulnerabilidad?”.

Expresa también que “El resucitado de entre los muertos, es el que más conoce el corazón humano. Es el que más sabe de nuestros sufrimientos y dolores. Por eso, cuando las mujeres fueron a ver el sepulcro, no solamente encontraron a Jesús resucitado, sino que también encontraron a la humanidad que se levantaba de entre los muertos. Y hubo reacciones de incredulidad hacia el testimonio de las mujeres. Pero Pedro fue a la tumba vacía, creyó y anunció la verdad que habían testimoniado las mujeres”.

Y casi al concluir manifiesta “Esta es la noche que nos hermana a todos. Juntémonos en torno a esta Mesa de la Eucaristía con las miserias de esta humanidad que son las llagas de Cristo, para levantarnos mutuamente con la fuerza del Resucitado y alzarnos juntos de la tumba”.

Fuente: Comunicaciones Melipilla
Melipilla, 20-04-2022