En la ocasión el pastor de la Iglesia talquina afirmó que era conmovedor el gesto de Jesús de lavar los pies a los discípulos: “Podríamos decir que es una especie de testamento del Señor, pareciera decir que al final del lavado dijera ‘hagan esto en memoria mía. Si yo que soy el Maestro les he lavado los pies a ustedes hagan ustedes esto mismo’”.

“Dos gestos que se complementan. El lavado de los pies nos cuesta asumirlo, casi podríamos decir que Pedro nos interpreta en nuestros sentimientos humanos. Si el propio Jesús lo hace nos da vuelta la vida pues mientras humanamente buscamos ser servidos, el evangelio ubica al más grande en el lugar del más pequeño. Jesús se inclina”.

El padre Galo agregó que se inaugura una dinámica completamente distinta: “Reitero que es conmovedor porque toca el corazón. Es lo que pasa con el pan partido entregado en la noche antes de su muerte. Este gesto de partir el pan va en la misma dinámica ya que Jesús se entrega por nosotros (…) Él que no tenía pecado cargó nuestros pecados. Eso hace tan estremecedor vivir en profundidad esta experiencia”.

“La Eucaristía, signo vivo del amor de Dios sobre nosotros, nos hace presente ese amor que se extiende por el mundo, que nos quiere transformar para que nos unamos a la dinámica de Jesús, nos pongamos de rodillas delante de nuestros hermanos buscando amar y servir. La vida cristiana es eso: amar y servir, hacerse siervo como Jesús”, recalcó el obispo de Talca.

Tras esto, el padre Galo Fernández se sacó la casulla y se puso la estola diaconal, lavando de rodillas los pies de integrantes de la comunidad parroquial El Sagrario.

Después de la comunión el obispo Galo Fernández trasladó la reserva eucarística para el Viernes Santo, siendo acompañado en procesión por toda la comunidad que asistió a la celebración de Jueves Santo.

Fuente: Comunicaciones Talca
Talca, 15-04-2022