Misión País en Copiapó

Misión País en Copiapó

Catorce estudiantes de la Universidad Católica estuvieron diez días en la capital regional, misionando el sector de Rosario.

 
Martes 18 de Enero de 2022
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Durante diez días, estudiantes de la Universidad Católica visitaron la ciudad de Copiapó, en el marco de la iniciativa pastoral Misión País. Fue un grupo de catorce jóvenes que se establecieron en el sector Rosario, de la capital regional.

Quienes estaban a cargo como cojefes eran Clara Gambino de la Maza, de 19 años, estudiante de College en Ciencias Sociales para Derecho, y José Pedro Claude, de 23 años, estudiante de Derecho.

Ambos cuentan que esta misión se hace a través de compartir, con visitas a las familias, talleres, misas, juegos con niños, actividades recreativas familiares, entre otros. "Nos tocó Copiapó, cuenta Clara, lo que ha sido un regalo; ojalá sea el principio de muchos años de encuentro y oportunidades para Copiapó y los voluntarios".

Este grupo es aleatorio, no se conocían de antes y son de diferentes carreras. "Lo que nos une, en primer lugar, es nuestra fe, nos dice José Pedro, y en segundo lugar, el anhelo por salir a conocer realidades distintas y restablecer la vida de las comunidades luego de dos años de una pandemia terrible, que ha hecho que la gente no se encuentre".

Derribando los prejuicios
Clara no conocía Copiapó. "Antes de venir, nos habían asustado con el carácter cerrado de la gente, que iba a ser una misión difícil, pero estoy gratamente sorprendida por el cariño con que nos han recibido. Gente muy buena con sed de Dios y ganas de generar comunidad y compartir". Dice que se va "con el corazón repleto de felicidad y alegría, y con un anhelo que me dice que esto está recién comenzando. Me gustaría mantener contacto con la gente que conocimos acá. Estos días se me quedaron cortos para tanto cariño".

Por su parte, José Pedro nos cuenta que "la gente tiende a tener una imagen distorsionada de lo que es ser un joven católico; lo que me ha pasado en la Universidad es que cuando la gente reconoce la autenticidad de uno, lo valora muchísimo, empiezan a preguntar, a cuestionar, es desafiante pero lindo ver que la gente naturalmente tiende a Dios, y que al conocernos bien, se cae el prejuicio. Se dan cuenta que, como en todos lados, en la Iglesia hay gente mala, que ha cometido errores, pero también hay gente buena, que se reconoce débil, frágil, y que quiere seguir y trabajando por mejorar".

Los jóvenes cuentan que la preparación no fue del todo fácil, que costó armar el equipo. "La ultima semana se nos bajaron tres jefes, pero estando acá nos dimos cuenta que no falta nadie y no sobra nadie, formamos un equipo precioso, y que cada uno desde su autenticidad y su cargo se convirtió en un aporte espectacular", relata Clara. Eso, porque a ellos los nombran como cojefes, y ellos deben buscar a los jefes de las distintas áreas de trabajo, relacionados con los servicios, las relaciones comunitarias, la liturgia, entre otros.

Durante esta misión, los jóvenes estuvieron acompañados permanentemente por el párroco del sector, P. Daniel Quintero, y por el Vicario Pastoral, P. Guido Castagna. Ellos les hablaron del trabajo de la diócesis en torno al Sínodo y acompañaron las celebraciones. También recibieron la visita y el saludo del Obispo, Monseñor Ricardo Morales.

"Es esencial salir de nuestra zona de confort"
José Pedro señala lo fundamental de esta misión. "Primero, por el lado de la comunidad que visitamos, uno viene a mostrar un rostro de Iglesia, que está viva, que hay jóvenes, que hay energía, que queremos mostrar lo lindo que es creer en Dios y seguir un camino de Su mano; y en segundo lugar, no es ningún secreto que pertenecemos a un estatus social más alto, el dia de mañana ocuparemos cargos importantes, y el esencial salir de nuestra zona de confort e ir conociendo otras realidades, conocer el Chile verdadero, no se puede trabajar a favor de lo que no se conoce".

Y Clara complementa: "El mismo hecho de dormir en el piso, ducharse con agua fría, es una experiencia dura, hace sacar más cuero duro y estar más dispuestos a abrir el corazón, a escuchar a la gente. Vinimos a compartir, a empaparnos de lo que la gente tiene para dar, no damos cátedra en nada, vinimos a llenarnos de la gente. Compartir esta felicidad que está en Dios y que nos llena tanto".

El grupo de estudiantes terminó su misión el pasado viernes 14 de enero, día en que muy temprano, partieron de vuelta a Santiago.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 18-01-2022